CASTILLO DE SAN VICENTE
Castillos de la comarca 1
Esá situado en la cumbre del Cerro de San Vicente, en una de las dos elevaciones que la forma. En la otra, más al norte, se encuentra el vértice geodésico y la antigua ermita de la cueva de los Santos Mártires. Este es el que Schulten consideraba el Monte de Venus en el que se refugiaba Viriato tras sus correrías contra los romanos.
La vista panorámica es desde aquí impresionante: los valles del Alberche y el embalse de Cazalegas y el Tajo, Talavera al fondo a la derecha, al sur los Montes de Toledo y La Jara, más al oeste el Campo Arañuelo y las Sierras de Guadalupe, y debajo Hinojosa, El Real o Garciotún, casi como si fuéramos a caernos sobre ellos.
Aunque hay referencias de restos romanos y prerromanos en el cerro, las primeras referencias que tenemos de él aparecen en las relaciones de Felipe II de Bayuela, en las que se dice que es de origen templario, no sabemos si por confusión con el hecho de que en esta sierra se encontraba una abadía de canónigos regulares procedentes de San Rufo en Avignon, que incluso tenía silla en el cabildo de la catedral de Toledo y a quien pudo habérselo donado Alfonso VII Aunque es más que dudoso que los templarios estuvieran por aquí por cuestiones cronológicas, también el padre Mariana hace alusión a la orden templaria como primera pobladora del castillo, pero en todo caso sería posterior a la ocupación musulmana que al menos la torre oriental fueron quienes la construyeron, una torre emiral en torno a la que se construiría el castillo en época califal. El aparejo de los muros de la torre también sugeriría esa cronología.
Aparte de los numerosos muros derruidos de y los restos de las torres se puede ver una estructura cuadrada en la vahuada anterior al castillo de la que solamente se ven sus gruesos muros que no sabemos si pertenece a esa época o a otra. También se puede ver dos enormes cimitarras grabadas sobre la cara sur de la roca que lo sostiene, aunque una de ellas está parcialmente destruida por haberse fragmentado el batolito de granito.
HISTORIA Y MAGIA: Pocos lugares tienen como éste una carga histórica y mágica tan acusada. Dice la tradición y la hipótesis histórica del historiador y arqueólogo alemán Schulten, que desde esta sierra atacaba el caudillo lusitano Viriato a las huestes romanas, y que sería el cerro de San Vicente el que los romanos conocieron como Monte de Venus, que tuvo para ellos unas connotaciones mágicas y religiosas. En él se encontraron sepulturas romanas y una dedicatoria a un dios celta prerromano llamado Togote. También los mártires Vicente sabina y Cristeta, los templarios, que algunos defienden que estuvieron por estos pagos, además de los ermitaños, hacen del Cerro de San Vicente un lugar ideal para los amantes de lo esotérico.