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 RUTA DEL EMBALSE DE ROSARITO y otros parajes de La Calzada de Oropesa

 

Embalse de Rosarito con Gredos al fondo

 Recorrido aproximado 16 kilómetros, 4 horas (20 kilómetros si recorremos más trayecto por la orilla del embalse, o si nos acercamos hasta el muro).

Ruinas de la iglesia del convento de Rosarito

 Dentro del ámbito de La Calzada se encuentran parte de las riberas del embalse de Rosarito, concretamente la gran dehesa conocida como el Monte de La Calzada. Vale la pena acercarse hasta la zona pues es uno de los lugares, junto al embalse de Navalcán, donde de noviembre a febrero podemos ver miles de grullas que invernan en sus orillas y dehesas. Hay que tener en cuenta que se encuentra ya muy cercana la Sierra de Gredos, con su macizo central presidido por el Almanzor que se alza majestuoso frente al embalse, y la pluviosidad es por tanto mayor, por lo que empezamos a constatar la presencia de dehesas de roble y alcornoque, árboles que siempre exigen algo más de humedad que la encina.

Placio de los condes de Oropesa en Rosarito

Comenzaremos el periplo acercándonos hasta el cruce de la carretera de Oropesa a Madrigal con el río Tiétar. Dejaremos el coche justo antes de pasar el puente, junto al canal, que seguiremos en sentido ascendente siguiendo el camino de servicio. Subimos hacia la cumbre del cerro y vemos el palacio y el convento. Un camino público discurre por el cerro hasta un puente que había sobre el Tiétar, pero puede que se encuentre cerrado, por lo que deberíamos conformarnos con reducir la excursión al paseo por las riberas del embalse de la segunda parte de la excursión.

El embalse de Rosarito prácticamente seco el verano pasado

Es un palacio  de propiedad privada en la actualidad pero perteneció a los condes de Oropesa. Es un edificio del siglo XVI que dibuja una planta cuadrada con cuatro cubos también cuadrados en las esquinas. Está construido con sillería en vanos y esquinas y mampostería combinada con ladrillo en los paramentos. Tiene un patio en la fachada norte en torno al cual se alojaban las caballerizas y el servicio, y un jardín de entrada en la fachada meridional. Cuenta con tres alturas y buhardilla además de una galería acristalada y otros porches y corredores.

Al Oeste del palacio se observan los restos del antiguo convento de la Virgen del Rosario al que debe su nombre el embalse. Parece que hubo una primera fundación monástica en el siglo XIII a cargo de los monjes servitas que luego lo abandonaron en 1392. A petición de San Vicente de Alcántara, lo refundó el Conde de Oropesa a mediados del siglo XVI. En 1786 fue derruido y mandado después reconstruir por el obispo de Ávila. Sus frailes franciscanos solamente tenían por sustento un huerto que cultivaban, pero lo montuoso de las tierras que lo circundan hacía que les fuera necesario mendigar para subsistir, aunque algunos de sus monjes tenían fama de buenos médicos y llegaron  a regentar un hospital en Oropesa. Hoy día solamente quedan unas ruinas del edificio destechado de la iglesia que tiene planta latina con la nave  dividida por arcos fajones de medio punto y acceso por una puerta de arco rebajado. Queda también una espadaña, además de los restos del camarín de la Virgen y de las dependencias conventuales.

Imagen antigua del palacio de los condes de Oropesa en Rosarito

Saldremos después del cerro de Rosarito e iremos en dirección del camping, ya sea por la carretera o por el camino señalado. Se puede pernoctar en el camping y practicar la pesca o el piragüismo en un marco de gran belleza junto a las aguas embalsadas que más abajo regarán los campos de tabaco y otros cultivos de La Vera. Es lugar privilegiado para la observación de aves, no sólo las grullas sino también el azulón, el ánade silbón, los cormoranes, garzas reales, somormujos y otros muchos a los que se unen las numerosas rapaces que sobrevuelan las dehesas cercanas.

Volveremos después hacia el punto de partida, aunque si lo deseamos

Fachada de la iglesia del convento de Rosarito

pasaremos antes por el muro de la presa para disfrutar de sus vistas.

 Entre los parajes naturales más cercanos al casco urbano de La Calzada debemos destacar la laguna de Las Limas, el arroyo de Landrino, la dehesa boyal del pueblo y la dehesa del Verdugal que aunque pertenece a Oropesa se encuentra en el ámbito geográfico de La Calzada. Ya hemos comentado que la fuente de Carrasca es el único resto que nos queda del antiguo pueblo de Carrascalejo aunuqe también se puede visitar la zona recreativa de la “Fuente de la República” hecha en los años treinta y rodeada de grandes eucaliptos. Son dignos de reseñar, al igual que en otros pueblos arañuelos, el gran número de colonias de cigüeña que habitan en sus tejados, especialmente en la techumbre de la iglesia parroquial. Junto a la autovía Nacional V se encuentran las ruinas de una dieciochesca Casa de Postas.

 

EL PALACIO Y CONVENTO DE ROSARITO

EL PALACIO Y CONVENTO DE ROSARITO

Palacio de Rusarito con el macizo central de Gredos al fondo
Palacio de Rusarito con el macizo central de Gredos al fondo

Sobre un cerrete que domina el pantano observamos la existencia de un palacio  de propiedad privada en la actualidad pero que perteneció a los condes de Oropesa. Es un edificio del siglo XVII que dibuja una planta cuadrada con cuatro cubos también cuadrados en las esquinas. Está construido con sillería en vanos y esquinas y mampostería combinada con ladrillo en los paramentos. Tiene un patio en la fachada norte en torno al cual se alojaban las caballerizas y el servicio, y un jardín de entrada en la fachada meridional. Cuenta con tres alturas y buhardilla además de una galería acristalada y otros porches y corredores.

Fue fundado por Fernando Álvarez de Toledo cunado lo construye para retirarse junto a los frailes debatiéndose en si profesar o no en la orden.

Foto antigua del palacio de Rosarito
Foto antigua del palacio de Rosarito, FOTO DE CLIFFORD DE 1858
Palacio de Rosarito en fotografía de hace unos años
Palacio de Rosarito en fotografía de hace unos años

Al este del palacio se observan los restos del antiguo convento de la Virgen del Rosario al que debe su nombre el embalse. Parece que hubo una primera fundación monástica en el siglo XIII a cargo de los monjes servitas o Servidores de la Virgen, muy devotos del rosario que luego lo abandonaron en 1392. Incluso se dice que antes de ellos hubo una comunidad templaria, pero son tantos los lugares con esos supuestos antecedentes y sin pruebas históricas de su presencia, que lo ponemos en duda.

Después fue ocupado el convento por la orden de San Bernardo y aquí sí que hay un elemento que podría orientarnos en ese sentido y es que a la otra parte del Tiétar sí hay en efecto un lugar denominado San Bernardo al que cruzaba una barca que unía las dos orillas. También parece que estuvo sucesivamente ocupado por benitos, agustinos y finalmente franciscanos observantes.

Fachada sur y espadaña del convento de Rosarito
Fachada sur y espadaña del convento de Rosarito

A petición de San Vicente de Alcántara lo refundó el Conde de Oropesa a mediados del siglo XVI. En 1786 fue derruido y mandado después reconstruir por el obispo de Ávila.

San Pedró de Alcántara pernoctó en el convento en algunas ocasiones y en una de ellas fue testigo de un incendio y cuenta la tradición legendaria que el santo subió donde las llamas eran más peligrosas y ordenó al fuego que parara y el fuego se extinguió. Y algunos hijos de testigos decían en el siglo XVII que cogía las brasas y tizones sin quemarse.

Interior de la iglesia del convento de Rosarito en fotografía reciente
Interior de la iglesia del convento de Rosarito en fotografía reciente

El convento custodiaba varias reliquias y contaba con pinturas de Claudio Coello que representaban a Santo Domingo y Santa Rosa y en el altar mayor una buena imagen de la Purísima Concepción y «el Santo Negro». Siempre tuvo el convento problemas en su estructura y sufrió varias reformas por ruina de algunos elementos, incluso los frailes hubieron de residir alguna temporada en el cercano Palacio del Bosque del Rosarito.

El convento sufrió con los bandos contendientes en la Guerra de Sucesión, en la que los frailes se pusieron del lado del Borbón Felipe V. También fue saqueado por los franceses en la Guerra de la Independencia. Los revolucionarios liberales roban en 1829 la corona de la Virgen y es desamortizado en 1834 abandonándolo los frailes.

Sus frailes franciscanos solamente tenían por sustento un huerto que cultivaban, pero lo montuoso de las tierras que lo circundan hacía que les fuera necesario mendigar para subsistir, aunque algunos de sus monjes tenían fama de buenos médicos y llegaron  a regentar un hospital en Oropesa. Hoy día solamente quedan unas ruinas del edificio destechado de la iglesia que tiene planta latina con la nave  dividida por arcos fajones de medio punto y acceso por una puerta de arco rebajado. Queda también una espadaña, además de los restos del camarín de la Virgen y de las dependencias conventuales.

A continuación añadimos una serie de fotografías aportadas por Carlos Blázquez del convento de Rosarito.rosarito-convento-1

rosarito-convento-2rosarito-convento-4rosarito-convento-5rosarito-convento-7rosarito-convento-bodegasEste era el convento del fraile que capturó al célebre bandido Moraleda cuando asaltaba una venta en la finca oropesana de El Verdugal. Este episodio fue pintado por Goya en seis cuadro como viñetas que se conservan en el museo de Chicago y que describimos en la entrada de esta misma web:

UN «CÓMIC» DE GOYA, EL BANDIDO MARAGATO

UN «CÓMIC» DE GOYA, EL BANDIDO MARAGATO

EL FRAILE QUE DESARMÓ AL BANDIDO

Una obra poco conocida de Goya  representa en seis pequeños cuadros un episodio sucedido en término de Oropesa, en las dehesas que cruza la cañada Leonesa Occidental entre

Seis cuadro o "viñetas" de Goya que representan el apresamiento del bandido Maragato por un fraile de Rosarito
Seis cuadro o «viñetas» de Goya que representan el apresamiento del bandido Maragato por un fraile de Rosarito

Ventas de San Julián y La Calzada, concretamente en la dehesa de El Verdugal,

Los cuadros se encuentran en el Instituto de Arte de Chicago y representan varios momentos del asalto sufrido por un fraile, fray Pedro de Zaldivia, para unos lego del Convento de Rosarito y para otros del de Arenas de San Pedro. El bandido Pedro Piñero alias “El Maragato” fue hijo de un arriero de esta procedencia que vivió como carbonero cerca de Navalmoral de la Mata. Se echó al monte y sembró el pánico en las comarcas de Gredos, Talavera y Plasencia, llegando a cometer dos asesinatos y causando indirectamente la muerte de otros dos hombres, además de más de cuarenta robos. El Maragato se presentó en cierta ocasión en las mismas puertas de palacio para pedir clemencia al rey que mandó juzgarlo, escapándose después de ser condenado. Se refugiaba en la cueva que lleva su nombre y que está situada junto a la carretera que sube hacia el puerto de Menga desde el puerto del Pico.

En una de las imágenes de Goya, “El Maragato” sale al encuentro del fraile, en el segundo el lego alarga con la mano izquierda unos zapatos al bandido, mientras en la tercera estampa toma el asaltado el arma del Maragato mientras forcejean. En el cuarto la víctima se ha hecho con la escopeta y golpea al bandolero. En el quinto dispara contra su asaltante en la pierna y el caballo huye asustado. En el sexto cuadro yace el herido en el suelo mientras el franciscano le ata y le protege de las otras víctimas que quieren tomar la justicia por su mano.

Después de ser detenido por el fraile, murió el Maragato ajusticiado en la Plaza de la Cebada de Madrid sin que los ruegos de su captor sirvieran de nada para salvarle de la ejecución.

En este mismo lugar se desarrolló un famoso asalto de los maquis en la posguerra al que ya nos referiremos en otra ocasión.