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AL SALTO DE LA GARGANTA DE BLASCO CHICO

AL SALTO DE LA GARGANTA DE BLASCO CHICO

Cascada por rebosamiento del salto de Blasco Chico

 El ayuntamiento ha señalado dos rutas que son recomendables. La primera de ellas sube hasta las Chorreras y por ella podemos también visitar un paraje acondicionado como merendero junto a la fuente de las Jarillas.

Paraje de Las Jarillas en Gavilanes

Como se puede ver en el plano, el camino podemos iniciarlo desde el mismo casco urbano o desde la entrada indicada por el ayuntamiento en la carretera. Pasaremos por pinares y accederemos al mayor atractivo del pueblo, la garganta de Blasco Chico. En ella podemos contemplar una de las más hermosas cascadas de Gredos con más de treinta metros de altura en uno de sus escalones, lo que hace que pueda divisarse desde gran distancia en el valle del Tiétar y la sierra de San Vicente.

Compuertas del salto eléctrico de Blasco Chico

Esas grandes pendientes han hecho que en los años treinta se construyera una central eléctrica que mediante un tubo de gran longitud, aprovecha la caída del agua que se ha desviado desde la garganta mediante un canal hasta las compuertas del tubo. Cuando el agua es abundante, rebosa por un aliviadero y se precipita por unas paredes de roca en otra cascada igualmente impresionante pero situada en la ladera oriental de la garganta. A Blasco Chico le dan agua otras cuatro gargantillas, también de gran belleza, que forman un cono limitado al norte por los picos de Cabezo, Curandera o Guirnaldera.

 Recorrido aproximado 19 kilómetros, 5 horas

OTROS PASEOS 

Escalera de caracol de acceso a la torre de la iglesia medieval de Las Torres

También hay otras dos excursiones posibles: la primera se halla en la parte baja de la garganta, ya en el valle del Tiétar, donde se encuentran los restos de la vieja población de las Torres, en la que, como su nombre indica, podemos ver los restos de dicha torre medieval que para algunos es un yacimiento que podría estar ya poblado en época árabe e incluso romana.

Paisaje del entorno de Gavilanes

Pasaremos también junto a otra construcción medieval, la ermita de la Virgen del Helechal a la que en tiempos pasados se hacía una gran romería de los pueblos circundantes pero que cayó en franca decadencia cuando en el siglo XVIII, durante una de esas fiestas brillaron las navajas en un gran tumulto que se formó por disputas entre los vecinos de pueblos diferentes. Se encuentra esta antigua ermita junto a un viejo camino, rodeada de encinas y con las paredes arruinadas pero recuperables. En el ábside hay restos de argamasa que indican la existencia de una antigua decoración con azulejos hoy desparecida.

Ermita de la Virgen del Helechal en ruinas, cerca de Gavilanes

La otra ruta sube a las cumbres de la sierra recorriendo el valle que alimenta con sus gargantillas a la de la Chorrera o de Blasco Chico.

Paisaje de Gavilanes

La garganta de Mijares también discurre al este del pueblo, y cuenta además de con viejos molinos a los que venían moler desde muchos kilómetros a la redonda, con hermosos charcos transparentes para bañarse, especialmente el conocido como El Tudón, además de otros como el Negrillo, Loaysa o el Calderas.

EL PUEBLO DE GAVILANES EN EL VALLE DEL TIÉTAR

EL PUEBLO DE GAVILANES EN EL VALLE DEL TIÉTAR

Ruinas de la iglesia de Las Torres, uno de los primeros poblados medievales de Gredos

Este pueblo se encuentra a caballo de la garganta de Mijares y de la de Blasco Chico y en su término se encuentran algunos de los restos más antiguos del poblamiento del valle del Tiétar.

Paneles de cerámica talaverana de Ruiz de Luna y Niveiro. Casi todos los pueblos de Ávila tuvieron rótulos de cerámicas Niveiro a la entrada de los cascos urbanos

El historiador local David Martino ha hallado útiles paleolíticos diseminados, y hachas pulimentadas del neolítico, así como dos castros situados en los parajes conocidos como “El Cerro” y la Pinosa, ya en término de Mijares, que nos han dejado puntas de lanza, cuchillos o brazales de arquero de la Edad del Bronce o algún ajuar funerario de la Edad del Hierro, en la que los vettones habitaban los poblados elevados de estos castros. Otro lugar de interés es el conocido como La Mina, donde se han explotado y procesado el hierro y el plomo desde hace siglos. Aquí y en otros sitios se ha demostrado también la presencia romana, visigoda, y árabe por fíbulas, monedas y cerámicas.

Buitre leonado en la sierra de Gavilanes

El puerto de Mijares es el segundo más accesible después del de El Pico, por lo que no es extraño el trasiego de diferentes civilizaciones por la zona, así como durante la Reconquista serían habituales las razzias de árabes y cristianos acometiéndose y atravesando la tierra de nadie que según las crónicas, fue Gredos durante aquellos años.La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es IMG_7472.jpg

Una de las tres cuadrillas de “serranos”, los aguerridos soldados-pastores de Ávila que repoblarían su territorio, estuvo encabezada por la familia de Blasco Jimeno, caballero que tuvo un hijo al que se le conoció como Blasco Chico, el mismo nombre que tiene la garganta que cruza el término de nuestro pueblo, por lo que podemos deducir que Gavilanes habría sido fundado hacia 1135. Tenemos además noticias históricas que nos dicen cómo, hacia 1350, Alfonso XI mandó a Gil Blázquez repoblar entre otros lugares al sur de Gredos, los de Gavilanes y Las Torres. Lugar este último del que también quedan restos de la torre que le da nombre y de la iglesia, que se encuentran en término de Gavilanes por haber absorbido este pueblo su término al despoblarse. A finales de este mismo siglo, otro caballero llamado Juan de Ávila da un nuevo impulso repoblador a los aledaños de la garganta de Blasco Chico y su chorrera, que ya aparece en las crónicas.

Casco urbano de Gavilanes desde la sierra

Al igual que otros lugares que se encuentran al sur de Gredos, Gavilanes, como aldea de El Colmenar (Mombeltrán), pasaría a formar parte de los señoríos del condestable Ruy López Dávalos y después de don Álvaro de Luna hasta su ejecución. Más tarde recibirá el señorío de Colmenar de las Ferrerías, villa que hoy conocemos como Mombeltrán, el que la daría este nombre, don Beltrán de la Cueva. En el siglo XVIII se amojonan sus términos y en el XIX se añaden los de la aldea de Las Torres, la más vieja población del lugar que queda así desierta desde entonces.

Era en término de Gavilanes

En Gavilanes podemos ver algunas zonas con pintorescas construcciones, sobre todo en la zona sur del casco y en el barrio del Tinajero, en el norte. La iglesia es la típica construcción parroquial abulense en sillería granítica con torre cuadrada. En origen fue construida en el siglo XVI pero se halla muy reformada hoy día. El templo está bajo la advocación de Santa Ana, cuya imagen se encuentra en su retablo del siglo XVIII. Cuenta con pila de piedra agallonada y su correspondiente pililla de cerámica de Talavera.