CAÑADA LEONESA ORIENTAL VI: HACIA VELADA POR SUS LLANOS

CAÑADA LEONESA ORIENTAL VI

HACIA VELADA POR SUS LLANOS

Recorrido aproximado 12 kilómetros, 3 horas y media

Venta Viñas en la Cañada Leonesa Oriental
Rótulo de la Venta Viñas:
«parador Venta Viñas Felipe Carvajal»

Esta etapa comienza en la carretera que va de Segurilla a Montesclaros, cuando cruza sobre el río Guadyerbas. Tomamos la cañada y, como a un kilómetro de la carretera y justo antes de cruzar un pequeño arroyo, encontramos una antigua venta de las muchas que jalonaban los caminos ganaderos. Todavía podemos leer en el muro “Parador de Venta Viñas de Felipe Carvajal. Estos sencillos establecimientos hosteleros rurales ofrecían en zonas despobladas como ésta albergue a lo trashumantes, un poco de comida caliente o simplemente pan, para lo que estaban muchas de ellas dotadas de un horno, un techo y forraje para las caballerías. La cama era muchas veces el pajar.

Alcornocales del Baldío de Velada

La cañada nos lleva hasta el Riolobos, un afluente del Guadyerbas que nos veremos obligados a vadear. Aunque si llevara mucho caudal o fuera invierno nos veríamos obligados a remontarlo hasta algunos puentecillos que hay en los huertos de sus orillas, aguas arriba.

Camino en los arenales delBaldío de Velada

En sus riberas hubo también población romana y medieval, de las que sólo nos quedan algunos muros cubiertos por los sauces y el cubo de un antiquísimo molino que ya se nombra en documentos de principios del siglo XII, aunque los restos arqueológicos del entorno y el aspecto de su argamasa ha llegado a hacer pensar a algunos en el posible origen romano de ese artificio. Casi enfrente, pero en la otra orilla se encuentra el molino Burdías, único ingenio de la provincia que funcionó mediante una gran rueda gravitatoria de cangilones y siete metros de diámetro, parecida a la de las norias, que movía sus piedras, aunque hoy ha sido adaptado como vivienda.

La desembocadura de Riolobos en el Guadyerbas está cubierta de sotos muy frescos y agradables entre los que podremos practicar la pesca de bogas y barbos que suben en gran cantidad en las primaveras lluviosas

La vía pecuaria cruza el arroyo de Riolobos introduciéndose en el Baldío de Velada, planicie conocida en la zona como Los Llanos de Velada. Tanto las riberas del Guadyerbas como esta llanura en apariencia esteparia han sido recientemente reconocidas por la Junta de Comunidades con la figura de Parque Fluvial por la peculiaridad y riqueza de su ecosistema.

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Vale la pena recorrer los caminos que surcan el Baldío debido a que en algunos lugares nos dará la sensación por sus arenales de que nos encontramos en una playa, o en un desierto. Allí crecen plantas xerófilas específicas de suelos esteparios que bruscamente pueden dar paso a otros lugares donde crecen los helechos como si nos encontráramos en las húmedas laderas de Gredos. En otras ocasiones encontramos islotes de vegetación con bosquecillos de alcornoque acompañados de brezo o robles de buen porte. Si nos acercamos al Guadyerbas nos sorprenderá su tupida vegetación de ribera con fresnos, sauces, alisos, espinos o endrinos en parajes que constituyen toda una sorpresa, especialmente en las zonas de La Aliseda, La Fresneda, El Toril, o Casillas.

Pero también es sorprendente cómo en medio de estos llanos de aspecto árido aparece una tabla de agua formada por la presa que sobre el arroyo de Los Huertos permite dar agua potable a la villa de Velada con dos mil ochocientos habitantes, y es que bajo estos arenales se halla una capa freática muy superficial, lo que es en parte la causa de estas variaciones de vegetación. Ya en la etapa anterior hemos descrito la especial explotación de estos terrenos, con las famosas sandías y carillas de Velada.

Fuente de Praomaría en Velada

No es extraño que en la misma cañada encontremos aterrizando con sus aparatos a los aficionados al vuelo ultraligero o al aeromodelismo, que utilizan unas antiguas pistas de aterrizaje que aún se perciben y que son los restos de un viejo aeródromo de la Guerra Civil, del que además quedan algunos hangares readaptados en una granja cercana y los escombros del polvorín de las instalaciones militares que estalló por accidente.

La cañada asciende y pronto cruzamos la carretera de Ávila a Talavera en la zona conocida como de Los Paradores, que nos indica el destino que tenían las construcciones que allí se asientan y que, aunque en un principio daban servicio a trashumantes y viajeros que utilizaban la cañada, hoy han quedado como mesones y restaurantes.

Molino de viento en Velada

A la derecha del camino podemos ver lo que algunos confunden con una atalaya y que no es otra cosa que un molino de viento que perteneció a los Marqueses de Velada, que intentaban así contar con un ingenio que moliera la producción cerealística de su señorío, pues el arenoso cauce del Guadyerbas era poco propicio para la construcción de molinos de agua.

Justo enfrente de esta zona de los paradores se encuentran las ermitas de San Cristóbal y la antigua e interesante de la Virgen de Gracia. Se encuentra al este del pueblo, bajo las últimas estribaciones del Berrocal y es una de las joyas del patrimonio de Velada. No conocemos los orígenes de la misma, aunque hay que señalar que en su entorno se encuentran restos de haber habido población con cerámicas medievales e incluso tégulas romanas. El que esto escribe se ha preguntado alguna vez si no sería éste el despoblado de Colilla, que las crónicas medievales sitúan cerca de Velada, pero por ahora las primeras noticias que tenemos de la ermita pertenecen a las Relaciones de Felipe II, en las que se dice que “como a tres tiros de ballesta del pueblo está la ermita donde vienen en procesión de muchos lugares de las tierras de Talavera el seis de mayo, día de San Juan de Portalatina, y que otras aldeas de la tierra de Oropesa vienen el día segundo de Pascua de Espíritu Santo por ser mucha la devoción de los comarcanos al haber sanado en la dicha su casa algunos enfermos coxos, habiendo venido enfermos e yendo sanos dexando en la dicha ermita las muletas e báculos con que andaban”.

Ermita de Virgen de Gracia en dibujo de Enrique reaño

El edificio es de planta cuadrada con acceso por un pórtico y portada con arco de medio punto, cuyas piedras originales se han montado junto a la ermita al haberse hecho una entrada más amplia. Pero la mayor riqueza que alberga este monumento es una magnífica azulejería de Talavera cubriendo el ábside y en dos paneles que adornaban dos altares laterales hoy desaparecidos. Los azulejos que cubren las paredes y la bóveda del ábside son más antiguos y representan escenas de la vida de la Virgen, además de las armas del marqués de Velada y símbolos de la orden franciscana. Se ejecutaron probablemente a finales del siglo XVI y se ha especulado con que su autor fuera Hernando de Loaysa, gran ceramista que tiene obras singulares en el palacio del Infantado de Guadalajara y en palacios y conventos de Valladolid, entre otras. Pero sin lugar a dudas, la cerámica más peculiar y de mayor calidad por la magnífica ejecución de su pintura es la que decora los retablos de los altares laterales hoy desaparecidos. Se percibe un diseño de características manieristas en los dibujos de los santos y virtudes en ella representados. La estilización de las figuras ha hecho que algunos hayan querido ver en los diseños originales la mano de discípulos del Greco.

San Cristobal representado en azulejería del siglo XVII en la ermita Virgen de Gracia de Velada

Cuenta también Velada con otra ermita en la parte septentrional del casco urbano bajo la advocación de Santa Ana. Preside la placita del mismo nombre y tiene planta rectangular en mampostería y sillería de granito donde se percibe una ampliación posterior a la construcción original. Cuenta con una pequeña espadaña para su campana y en su interior una buena y antigua imagen de Santa Ana con la Virgen en brazos y ésta a su vez sosteniendo al Niño. La tercera ermita que se mantiene en Velada es la de San Cristóbal, de reciente construcción en la zona del Barbud por los profesionales del transporte del pueblo y donde se celebra la fiesta de la hermandad.

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3 comentarios sobre “CAÑADA LEONESA ORIENTAL VI: HACIA VELADA POR SUS LLANOS”

  1. Enhorabuena por el artículo. Solo querría comentar que como bien indicas en el artículo, el molino se ha confundido con una atalaya siempre, y no es extraño, viendo que hay varias por la comarca y que esta fue zona de frontera. Hay alguna fuente arqueológica o documental que confirme que fue siempre un molino? Creo que no sería descabellado pensar que un origen si fuese atalaya y terminase como molino tras el avance de la Reconquista.

    Gracias de nuevo por este interesante recorrido. Un saludo de un hijo y nieto de velaínos.

    1. La estructura de los restos que quedan en su interior y los huecos del borde superior demuestran que es un molino de viento, aunque pudiera o no haber existido una construcción anterior que fuera atalaya y de la que hoy no quedan restos, aunque sí los hay en El Barrero de Las Atalayuelas de Guadyerbas, primera localización de Velada

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