ATADO Y BIEN ATADO, O EL SUCEDÁNEO DEMOCRÁTICO

ATADO Y BIEN ATADO

Foto en la que aparece Franco ovacionado por los asistentes a la inauguración de los Canales del Alberche

Pocas veces acertó aquel general de El Ferrol que murió en 1975, pero una de ellas es cuando aseguró que tras su muerte todo quedaría atado y bien atado. En efecto, la democracia surgida de aquella Santa Transición, que yo creo que es una de esas santas apócrifas de dudosa existencia y santidad, resultó ser al final un sucedáneo de democracia que me recuerda a aquel otro sucedáneo, el café Columba que se hacía con bellotas de Parrillas después de la Guerra Civil.

Y es que realmente es un sucedáneo un sistema democrático en el que los jueces hacen carrera según su adscripción política, vulnerando así uno de los principios fundamentales del sistema inventado por Montesquieu, la división de poderes que dio por aniquilada el inefable Alfonso Guerra. Un sucedáneo en el que los fiscales molestos son sustituidos por otros de la cuerda. Seguir leyendo ATADO Y BIEN ATADO, O EL SUCEDÁNEO DEMOCRÁTICO