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FOTO AÉREA DE 1934 Y PATRIMONIO DESTRUIDO DESDE ENTONCES

FOTO AÉREA DE 1934 Y PATRIMONIO DESTRUIDO DESDE ENTONCES

Fotografía aérea de 1937
Fotografía aérea de 1937

Vamos a recorrer con atención esta foto realizada en plena Guerra Civil y que además de otras cuestiones sumamente interesantes, como la arquitectura popular de la ciudad y los cambios urbanísticos, nos muestra algunos elementos patrimoniales desaparecidos desde entonces que comentaremos.

Vemos cómo se mantiene todavía en pie la iglesia de san Miguel con la torre y el templo todavía con sus cubiertas
Iglesia de san Miguel y plaza de Aravaca

En primer lugar observamos todavía techada la torre de la iglesia de San Miguel, el edificio del templo parece encontrarse completo y todavía no se comunicaba la plaza de San Miguel con la Portiña de San Miguel. El pórtico sur todavía no está tapiado formando la vivienda actual.

En la Plaza de Aravaca se conservaban los edificios antiguos, como el de la derecha que era el palacio de los marqueses que dan nombre a la plaza.

San Pedro y Torre del Reloj
San Pedro y Torre del Reloj

La segunda foto parcial nos muestra la torre del reloj con su vieja estructura anterior a esta y el edifico adosado que da la sensación de ser una torre albarrana reutilizada en la que se percibe el hueco relleno de la propia torre. Puede que esta fuera la torre que pidió Fernado de Rojas que le permitiera utilizarla al ayuntamiento.

A la izquierda se observa el techo almenado de la torre que aloja la capilla del Cristo de los Mercaderes.

La plaza de Santa Leocadia y calles Carnicerías y Pescaderías
La plaza de Santa Leocadia y calles Carnicerías y Pescaderías

La tercera imagen nos enseña la plaza de Santa Leocadia con el templo tras el edificio con numerosas ventanas. La torre de la iglesia todavía se mantiene en pie.

Es también curioso reseñar la existencia todavía de la calle carnicerías con la manzana que entonces la separaba de la plaza de Santa Leocadia, hoy inexistente, la torre albarrana que ha sido restaurada y que entonces se mostraba con los muros descarnados, sin sillares. y la que entonces era calle pescaderías y que pasaba por la puerta de Sevilla, hoy exenta.

Iglesia y claustro del antiguo convento de San Francisco
Iglesia y claustro del antiguo convento de San Francisco

En la cuarta foto vemos la iglesia de San Francisco pero mantiene todavía el claustro y la planta del monasterio franciscano que fue antes de convertirse en parroquia.

Convento de la Trinidad
Convento de la Trinidad

Por fin traemos una quinta foto parcial en la que todavía se mantiene en pie el monasterio de La Trinidad, cuya destrucción fue uno de los últimos atropellos a nuestro patrimonio y del que solamente quedan las portadas  del antiguo convento en los portales del edifico moderno que se construyó en su solar.

DIOSES DEL AGUA

DIOSES  DEL AGUA

En este nuevo capítulo de «Ríos de Historia» se trata del culto a los dioses relacionados con el agua y los ríos en la comarca de Talavera

Ya sabemos que algunas deidades vettonas estaban relacionadas  con el agua como es el caso del culto al dios Vaélico que dejó algunas aras votivas en el entorno del castro de El Raso y la desembocadura de la garganta de Alardos en el Tiétar.

Estela de Endovelico de Postoloboso en Candeleda
Estela de Endovelico de Postoloboso en Candeleda
Ara dedicada al dios Vaélico, relacionado con ritos acuáticos. Hallada en Candelda
Ara dedicada al dios Vaélico, relacionado con ritos acuáticos. Hallada en Candelda

Ya en época romana también se han encontrado inscripciones en lasestelas halladas en la misma Talavera a una diosa también relacionada con las aguas que es la diosa Ataecina, que para algunos eruditos también se relacionaba con los vados de los ríos y con los caminos y cañadas ganaderas. Es además la diosa del renacer, de la primavera y de la fertilidad, de la naturaleza y también de la curación, tiene relación concultos lunares y está también relacionada con la noche. Los romanos la identificaron con Proserpina, diosa también de los campos que volvía en primavera desde los infiernos para darles fertilidad. Su hija era Ceres la tan venerada en Talavera en la antigüedad con la fiesta de las Mondas.

Tiene así mismo la diosa Ataecina una componente como deidad o ninfa protectora de las aguas mineromedicinales, lo que entronca con su carácter de dispensadora de la salud y la fecundidad humana y de los campos. Es por ello que su culto se realizaba en altares o aras ubicados en las cercanías de estas surgencias de aguas que eran consideradas como poseedoras de especiales virtudes, aunque su santuario principal se situara en la lejana ciudad bética de Turóbriga, y aunque el mayor número (unas cincuenta) de las dedicatorias a esta diosa céltica, es en los muros, suelos y alrededores inmediatos de la ermita visigoda de Santa Lucía del Trampal ( palabra que significativamente quiere decir zona encharcada), cercana a la localidad cacereña de Alcuéscar, y levantada en el mismo lugar donde existió un antiguo santuario dedicado a la Dea Sancta Adaegina.

Escultura moderna que representa al los dioses vetones Endovélico y Ataecina en el embalse de de Arenas de San Pedro

La nuestra «Señora», «La Santa Señora» o «La Santa Diosa», unos epítetos muy poco frecuentes que también se dan en el dios Endovéllico o Vaélico y demuestran su importancia religiosa. Es representada con diferentes atributos, destacando la paloma blanca, la palma o el ciprés, la vid y sobre todo la cabra, de la que se han encontrado en sus lugares de culto exvotos representándola. Además de invocarla para pedir una curación también se hacía para maldecir a alguien, y el resultado podía ser desde pequeñas aflicciones del maldito hasta su muerte.

Para algunos puede que la diosa que fenicios y cartagineses llamaban Astarté y Tanit, reflejadas en la Dama de Baza y la Dama de Elche, fueran otras iconografías de esta divinidad.  Coincidió en algún lugar de Extremadura que los cristianos mantuvieron su culto bajo la advocación de Santa Eulalia.

En la propia Talavera hay una dedicatoria a esa diosa que

dice “A Ataecina, Flavio, hijo de preso le cumplió un voto con libre ánimo” , según Domingo Urbina

También en Caleruela hay otra muy curiosa en la que un soldado llamado Baso, hijo de Ioubeo, “caballero del ala vetona” del ejército romano “puso un ara en cumplimiento de un voto con libre ánimo”  Según transcripción de José Vidal Madruga:

Bassus / Turobri(gensis) / eques a/l(a)e Vetto/num ara/m posit / Ataecin/ae votu/m solv(it) / [l]iben[s] / [merito]

DOS HISTORIAS PARALELAS

DOS HISTORIAS PARALELAS

El mudéjar de Guadalupe guarda grandes similitudes con la arquitectura de la Colegial de Talavera El mudéjar de Guadalupe guarda grandes similitudes con la arquitectura de la Colegial de Talavera

1154 (Río Guadalupejo)

Un hombre jadeante se inclina para beber en las orillas del río Guadalupejo. Sus cuatro compañeros aguardan inquietos, ocultos entre los alisos. Miran en todas las direcciones, como esperando una desgracia que puede sobrevenir en cualquier momento.

Uno de ellos observa cómo el borrico que les acompaña levanta dolido la pata por la caída que ha sufrido en plena huida. Los fugitivos presentan un aspecto poco adecuado para andar por estas sierras, con sus túnicas de seda llenas de arabescos y desgarradas por las zarzas. El que va armado toma el asno del ramal y se dirige hacia la espesura donde, después de descargar un fardo con sumo cuidado, se santigua y asesta una certera puñalada en el cuello al animal que cae desangrándose dando espasmódicas coces de agonía. Con el mismo cuchillo descoyunta una de las patas del pollino que se echa al hombro. Se acerca al resto del grupo y en voz baja le dice al más anciano:

-¡Vamos! Ese no volverá a delatarnos con sus rebuznos. Deprisa, que nos van pisando los talones.

El grupo asciende la empinada cuesta de la ribera entre los robles, han conseguido su objetivo. Los perseguidores han dejado en paz al grueso del grupo que se separó al cruzar el Guadiana dirigiéndose hacia La Xara. Pero, aunque los despistaron, ahora casi oyen la respiración de los soldados de la media luna.

-Debemos esconderla antes de que nos cojan – dice el anciano señalando el fardo.

Junto a una fuente se levantan algunas pizarras que intentan formar una balsa para que beba el ganado. Los hombres sacan sus cuchillos y excavan con ellos la tierra. Ponen una de esas lanchas en el fondo del agujero y otras en los lados formando una caja. Introducen el paquete en su interior. Mientras, el anciano escribe sobre un pergamino que deposita también en el nicho antes de taparlo con piedras y tierra. A continuación,  los cinco hombres desaparecen entre los castaños.

,,,y pidieron los mozárabes huidos de Sevilla ser acogidos en las tierras de Talavera ,,,y pidieron los mozárabes huidos de Sevilla ser acogidos en las tierras de Talavera

Año de 1155 (Talavera)

Junto a la torre de la Colegial esperan los vecinos la llegada del cabildo. Los regidores y hombres buenos van apareciendo por la plaza del Pan y se sientan en la escalinata que, desde tiempo inmemorial, ha servido para las reuniones públicas de la villa. Al final hacen acto de presencia los canónigos el arcediano y otros clérigos de la villa.

Bruscamente cesan el bullicio y los comentarios de la gente cuando ven aparecer, ataviados con vestidos a la morisca, a unas decenas de personas que a primera vista parecerían mendigos, sino fuera por que sus rostros y los nobles pero destrozados harapos que les adornan indican una crianza acomodada.

Imagen de la virgen de Guadalupe en cerámica

A la cabeza va un hombre de edad vestido con sus atributos de obispo que en voz alta se dirige al concejo diciendo:

– Cuando Ab al Mumerr y sus fieras almohades comenzaron a matar a los nuestros en Sevilla, cuando la desgracia llegó a nuestras casas y fueron quemadas nuestras iglesias. Dejamos nuestra tierra, en la que antes nos permitieron vivir los hijos de Mahoma y tuvimos que huir hacia el norte. Llegamos a vuestra villa donde fuimos acogidos y alimentados como hermanos. Hoy, mis amados hijos quieren apelar nuevamente a vuestra caridad para poder ganar el pan que hasta ahora vuestra beneficencia nos ha otorgado. Por esta razón, pedimos a la villa tenga a bien otorgarnos, dentro de los límites de su alfoz, la tierra donde poder construir nuestras casas, aprovechar nuestras granjerías y labrar nuestra propia tierra

Un rincón de Gargantilla, anejo Sevilleja de La Jara, que antes se llamó Cordobilla por ser repoblada por mozárabes huidos de Córdoba

-Los regidores han deliberado y, animados por vuestros hermanos mozárabes que habitan en esta villa, hemos decidido concederos para poblar las tierras que junto a la sierra del Puerto Viejo se hallan incultas y despobladas, para vosotros y vuestros hijos.

-Dios premiará en el cielo lo que hacéis con estos cristianos desdichados que, en recuerdo de la ciudad donde nacieron, llamarán Sevilleja a su nueva patria – respondió el obispo Clemente.

Imagen que muestra la aparición de la Virgen a Gil Cordero indicándole donde se halla la imagen de Guadalupe Imagen que muestra la aparición de la Virgen a Gil Cordero indicándole donde se halla la imagen de Guadalupe

 1274 (  Río Guadalupejo )

Dos hombres se afanan en cargar una mula con anchos caños de corcho recién pelado. Emprenden el camino dejando atrás los rojizos troncos desnudos de los alcornoques.

-Vamos Damián – dice uno de ellos- hay que cubrir la santa imagen antes de que empiecen las lluvias

-Pero decidme ¿Cómo fue hallada la Virgen?. Sabéis que soy nuevo en Alía y no conozco la historia.

-Pues resulta que se hallaba un pastor llamado Gil Cordero por estas sierras y perdió una de sus vacas. La encontró muerta cerca del río y, cuando iba a hacer la cruz sobre ella para desollarla, la vaca se levantó viva apareciéndose la Virgen María en ese momento. Le dijo que fuera a su tierra y avisara a los clérigos y a las gentes para que buscasen en el lugar donde estaba la vaca muerta, porque allí se hallaba una imagen suya. No creyeron al pastor pero, cuando un hijo de él sanó milagrosamente de una mala enfermedad, decidieron cavar y hallaron la imagen con una campanilla y un pergamino. Ya sabéis que con estos corchos haremos el tejado de la capilla que la guardará.

EL ALCALDE BRUJO DE TALAVERA

EL ALCALDE BRUJO DE TALAVERA

Detalle de un panel de azulejos talaveranos en que se representa al diablo
Detalle de un panel de azulejos talaveranos en que se representa al diablo

El licenciado Alonso de Montenegro era alcalde de Talavera a mediados del siglo XVI. En 1558, una beata que vivía junto al convento de la Madre de Dios le denuncia por nigromante o brujo ante el comisario del Santo Oficio, según nos cuenta J.Blazquez de Miguel en su magnífico trabajo sobre «Herejía y Heerodoxia en Talavera».

En una discusión con su hermana la denunciante le había oído decir que los dos eran moros, y que el abuelo de ambos le había dejado un libro de encantamientos por el que sin tener dinero ni heredades podría tener de comer para toda la prolongada vida que le esperaba. Para que los encantamientos del libro tuvieran su efecto debía cumplir con los preceptos de sus antepasados y renegar de la fe cristiana, a lo que le obligó su padre escupiéndole después en la cara para confirmarlo. El brujo le ordenó a su hermana que también renegara y adorara al diablo pero ella se negó, por lo que la discusión fue a mayores golpeándola y arrastrándola del pelo.

A ella también le achacaban las gentes no pocas barbaridades, pues se decía que había consentido el asesinato de uno de sus hijos, otro se había ahogado en extrañas circunstancias y un tercero había sido azotado salvajemente por su propio padre y su tío Montenegro, crucificándole y coronándole de espinas.

Representación de los demonios llevando las almas condenadas en el Juicio Final en azulejería de Piedraescrita
Representación de los demonios llevando las almas condenadas en el Juicio Final en azulejería de Piedraescrita

También la acusaban de permitir las relaciones de su hijo con varias mujeres entre las que se encontraba una criada de la casa a la que hicieron abortar y enterrar el niño en el corral después de asesinarlo. Incluso se aseguraba que en un cuarto retirado de su casa conservaban carne momificada de niños colgando del techo y que Montenegro mantenía además relaciones sexuales con su hermana. El alcalde nigromante contrajo matrimonio tres veces en tierras navarras y otra más con una mujer de Santa Olalla con fama de judía pero con cierta fortuna, terminando así con sus apuros económicos.

Llegó más tarde a ser alcalde de Talavera y se decía que castigaba a los buenos y mandaba liberar a los malos, entre los que se contaba una mujer a la que favoreció a cambio de que le enseñara sus artes maléficas. Se acusó a la presunta bruja de haber ido con él al cementerio de El Salvador donde le aconsejó que a la luz de una vela de pez y delante del libro de su abuelo reverenciase a Lucifer y a cambio de su favor le entregasesu alma y la de sus tres hijos. También conseguía, según las acusaciones de varios testigos, provocar fuertes tormentas e inundaciones contra los “cristianillos talaveranos” y sabía conjuros de amor por los que hacía que se enamoraran los jóvenes. Cuando más tarde se casó con las tres mujeres navarras y fue descubierto, el polígamo reconoció serlo y alegó estar enamorado de las cuatro mujeres. No se libró por ello de ser condenado a galeras, aunque por ser hidalgo pudo evitar el castigo pagando una multa. El comisario del Santo Oficio consultó el caso con el prior del convento dominico de San Ginés, pero no sabemos si porque era hombre influyente o porque no había pruebas de los hechos denunciados se olvidó la cuestión.

Demonios y monstruos en un panel del siglo XVI sobre la vida de San Antonio Abad

Los Montenegro eran una noble familia que fundaron a finales del siglo XV la capilla de Santa María del Pópulo en la Colegial enterrándose allí el fundador de la misma y padre o abuelo de nuestro brujo, llamado también Alonso de Montenegro.

FOTOS ANTIGUAS DE VEHÍCULOS

Diligencia en la calle mesones a principios de siglo
Pequeño autobús en la plaza del Reloj a principios de siglo
Vehículos de los años 30 junto a la antigua delegación del Banco Español de Crédito
Vehículos en la Plaza del Reloj en los años 50
Aparcamiento de motos en la plaza del Reloj en los años 60

Un guardia detiene a un vehículo en los años cincuenta en la Plaza del Reloj. detrás aparece el bar Metro nuevo y la consulta de Tuñón el dentista

Un guardia detiene a un vehículo en los años cincuenta en la Plaza del Reloj. Detrás aparece el bar Metro nuevo y la consulta de Tuñón el dentista

Vespas circulando delante del guardia en los años sesenta en la plaza de la La Tropical. Todavía circulan carros tirados por caballerías en la todavía rústica Talavera de la época. Al fondo edificios desaparecidos junto a lo que era el Hostal del Tigre, y a la izquierda en construcción el edificio emblemático de el gran arquitecto talaverano de la Casa
Vespas circulando delante del guardia en los años sesenta en la plaza de la La Tropical. Todavía circulan carros tirados por caballerías en la todavía rústica Talavera de la época. Al fondo edificios desaparecidos junto a lo que era el Hostal del Tigre, y a la izquierda en construcción el edificio emblemático de el gran arquitecto talaverano de la Casa
Carrera ciclista con viejo autobús de apoyo a los equipos
Los ciclistas acompañan a la comitiva fúnebre del ciclista talaverano Joaquín Polo fallecido en accidente
Taller de tractores en la puerta Cuartos
Taller de tractores en la puerta Cuartos?
Autobús de la línea Toledo-Talavera de 1938
Autobús de la línea Toledo-Talavera de 1938
La Jareña
Los antiguos autobuses urbanos en los años 70. Parada de los Arcos del Prado
Otra línea de autobuses que daba servicio a La Jara
Vehículos agrícolas en CIMASA

BRUJAS TALAVERANAS

BRUJAS TALAVERANAS

La Celestina, la más famosa de las brujas talaveranas
La Celestina, la más famosa de las brujas talaveranas

En la patria de La Celestina, la más famosa hechicera de todos los tiempos, encontramos en los procesos inquisitoriales investigados por Juan Blázquez de Miguel varios casos de talaveranas encausadas por sus supuestas prácticas brujeriles.

Una de ellas es Rosa, una criada de la noble familia de los Gaitán que es acusada ante el Santo Oficio por intentar hacer determinados rituales para atraer a los hombres con los que pretendía relacionarse. Estos conjuros se unían a veces a la ligazón o provocación de impotencia del amado para que no pudiera mantener con otras mujeres relaciones sexuales. Y de ahí precisamente viene la palabra ligar, empleada para definir las relaciones entre jóvenes, o flirteo que dicen los anglosajones. Estos rituales eran muy variados pero en el caso que nos ocupa se hacían mediante algunas jaculatorias que recitaba a Santa Margarita, y otra más curiosa en la que Rosa mezclaba a personajes mitológicos con sus deseos sexuales: “Conjúrote agua mistura dañada por el gran Plutón y por Proserpina y por la laguna Estigia y su confusión por el cancerbero y las furias infernales y por todos sus secuaces y por aquellos que conjurar te puedo”. Aunque la Inquisición intervino en este caso no dieron demasiada importancia a las invocaciones de la chacha enamorada.

Hubo en el siglo XVI varias brujas en Talavera conocidas por toda la población. Una de ellas era Francisca Virueña, que había enseñado algunos conjuros a Montenegro, el alcalde brujo de nuestra ciudad al que nos referiremos en posteriores capítulos. Otra bruja que tenía atemorizada a la villa por su agresividad era una tal Isabel Hernández. Ambas eran amigas, pero enemigas acérrimas de una beata llamada Catalina González, quien por otra parte había denunciado a Montenegro ante el Santo Oficio. En cierta ocasión en la que la encontraron en la ermita de los Santos Mártires, hoy desaparecida pero que se situaba en las cercanías de la actual iglesia del mismo nombre, intentaron ahorcarla entre las dos brujas, cortarla la lengua y aplastarla la cabeza con una piedra si no renegaba de su fe. Para convencerla intentaron también hacerla ver lo rica que sería si se entregaba a las fuerzas infernales, y para ello lanzó Francisca dinero al aire invocando a Barrabás, a Satanás y al Diablo Cojuelo, asegurando los testigos que las monedas estuvieron un rato revoloteando por el templo.

La más famosa bruja que aparece en los expedientes de la Inquisición referentes a Talavera fue Catalina Sánchez. De ella se decía que a medianoche hacía toda una serie de ritos satánicos en torno a la iglesia de San Andrés, junto al panteón de los Carvajales, unos nobles talaveranos protectores de esa iglesia cuyos restos se encontraron en el siglo XIX revueltos y maltratados al abrir la cripta. Llevaba Catalina nueve monedas, número cabalístico, que colocaba en las esquinas del templo, y como hemos podido ver en tantas películas, trazaba un círculo, considerado como puerta del infierno por oposición a la cruz. Se metía en él e invocaba después a los Carvajales en la iglesia de San Andrés

Placa de los Carvajales en la iglesia de San Andrés, bajo la que Catalina hacía sus brujerías

Los elementos más pintorescos eran utilizados por las brujas en sus pócimas demonios que aparecían en forma de cochinos que intentaban acometerla, aunque ella se defendía lanzándoles agua bendita y amenazándoles con reliquias de santos.

En 1649 es procesada otra mujer llamada Mariana Álvarez por sus prácticas curanderiles para quitar el “fuego en el rostro”. Otro curandero de Castañar de Ibor al que acudían las mujeres que habían dejado de producir leche en la lactancia, daba unas sopas de pan a una perra que estuviese criando y cuando el chucho las tenía bien babeadas se las daba a la mujer para que produjera leche.

Otras prácticas por las que fueron procesadas brujas de la tierra talaverana estaban relacionadas con los juegos de azar y otros procedimientos con los que intentaban hacerse ricas. Como el que usaba una mujer apodada “la Carroña” que ya en el siglo XVIII llevaba una sota de espadas a misa y cuando consagraban la hostia decía “Adórote sota de espadas”. Con esta simpleza pretendía ganar a los naipes la riqueza que le había negado la fortuna.

Las Hechiceras

...y el galán perdió su virilidad...
…y el galán perdió su virilidad…

Juan Blázquez nos cuenta en su estudio sobre los procesos de la Inquisición en Talavera varias causas en las que las mujeres hacían prácticas hechiceriles, algo diferentes en el concepto a las de las brujas, pues en general solamente pretendían con ellas atraer a los varones. Una de estas hechiceras era Francisca, una prostituta con marido consentidor que había sido desterrada a Talavera. Se la conocieron varios hechos entre los que abundaban los rituales para conseguir que determinados varones se enamoraran de sus clientas y durante los que invocaba en su patio al Diablo Cojuelo, mientras con un sarmiento azotaba a una banqueta. Era éste un demonio muy popular y conocido por su rapidez, sus travesuras y haber traído a los humanos los pecaminosos bailes de la chacona y la zarabanda.

Juana de Mora hacía también conjuros para atraer a los caballeros hacia sus enamoradas, que para conseguirlo debían quitarles alguna prenda, como botones o trozos de tela de sus trajes. Algo en definitiva que antes hubieran tocado sus víctimas, como hace La Celestina cuando le pide a Melibea un papel con una oración que tiene a Santa Apolonia contra el dolor de muelas, lo que se conoce como prácticas de philocaptio por los estudiosos de los temas brujeriles.

Teresa García era otra hechicera que utilizaba un conjuro mientras quemaba romero en su cocina. Si los restos y cenizas quedaban blancos era buena señal, pero si quedaban negros había poca esperanza de que volviera el hombre amado. Más chocante aún era coger un tiesto de tierra pisada con el pie izquierdo y decir el conjuro más utilizado en estos menesteres: “ Con dos te miro, con tres te mato, la sangre le bebo, el corazón le parto, que vengas tan sujeto a mí como la suela de mi zapato”.

Otro remedio utilizado por una bruja llamada Francisca era hacer un bollo con sangre menstrual de la enamorada y dárselo a comer al hombre deseado, asegurándose la eficacia del remedio colocando bajo la cama un tiesto con un cagajón de burro y semillas de centeno, que luego, ya crecido, se cortaba y se mezclaba con lechuga dándoselo al infeliz de turno. Las habas se utilizaban para, según se dispusieran al tirarlas, saber si habría o no relaciones sexuales con el amado.

También eran elementos muy frecuentes en estos ritos el cilantro, la sal, y la soga o el unto de ahorcado.La muy conocida bruja talaverana Catalina Sánchez decía conocer unos polvos secretos que rociados sobre la cabeza del amado le hacían caer en los brazos de su clienta, despertándosele por la noche un gran deseo de tener relaciones sexuales con ella. Como otras hechiceras, también ligaban a los hombres, es decir, les dejaban impotentes para que no tuvieran relaciones con otras mujeres o simplemente

“Se quejaba por toda la villa de que se había acostado con tres piernas y se había levantado con dos” por motivos de venganza. Como le sucedió con María Peña a un tal Miguel de Lagartera, que tuvo con ella una disputa por el trigo en un molino y por la noche le hizo desaparecer el pene, según él mismo clamaba por toda la villa, diciendo que se había acostado con tres pies y había amanecido con dos. Él mismo después de intentar otros remedios, acudió a la hechicera que, metiendo sus manos bajo un guardapies que le colocó y manipulándole la zona hechizada consiguió que le apareciera el preciado órgano por el que tanto suspiraba la víctima. Otra forma de ligar a los hombres era hacer cinco nudos en un pañuelo manchado de semen de la víctima, elemento muy frecuente también en estos conjuros junto a los pelos del pubis. Uno de estos hombres aseguraba a sus vecinos y al Santo Oficio que «se sintió muy malo, con grandes dolores en sus partes…y el miembro viril se le encoxió de tal manera que le parece ha quedado casi sin nada»

Ya en el siglo XVIII, otra bruja llamada Bernarda González utilizaba para desligar o curar la impotencia otros métodos más pintorescos. El primero era dar al afectado tres cintas verdes con tres nudos que debería ir arrojando en la calle en diferentes lugares. El otro sistema consistía en conseguir en tres iglesias diferentes tres pucheros de agua bendita y cocer en ella una gallina negra para después lavarse los genitales rezando cinco Credos a San Antonio. Esto de la ligazón era creído hasta por la propia Iglesia que lo condenaba y daba algunos remedios para ello, como rezar en demasía, la repetición exhaustiva de la señal de la cruz, e incluso el exorcismo.

OTRAS CASONAS

OTRAS CASONAS

Casa del Arciprestazgo en la esquina de calle del Perdón con la Corredera
Casa del Arciprestazgo en la esquina de calle del Perdón con la Corredera

Haciendo esquina entre la calle del Perdón y la Corredera se encuentra la Casa del Arcipreste o Casa de la Vicaría que es uno de los escasos ejemplos de las en otro tiempo numerosas casas de Talavera levantadas íntegramente en el aparejo llamado toledano con predominio del ladrillo y que, como casi todos los ejemplos que hemos visto, se distribuye en función de un patio interior, siendo una muestra más de esa tipología tan talaverana de la casa-patio. El zócalo es de sillería y tiene sobria balconada en planta alta con algunos de los huecos hoy cegados.

La llamada Casa de la panadería, hoy juzgado de los social.
La llamada Casa de la panadería, hoy juzgado de los social.

 

De tipología similar, solo que con la puerta de entrada rematada con arco de medio punto, es la llamada Casa de la Panadería, situada junto a la Puerta de Mérida. La balconada es más modesta así como el patio interior en torno al cual también se articula.

Casona llamada de los Pizarro en la calle Delgadillo
Casona llamada de los Pizarro en la calle Delgadillo

En la calle Delgadillo se puede todavía contemplar una hermosa casa- palacio del barroco tardío aunque con modificaciones posteriores. Edificada en aparejo toledano con paños de mampuesto y rejería del siglo XVIII, alero de canes de madera y canalón de plomo. Portal recercado de piedra y ventanas con recercados cerámicos. El patio está decorado también con cerámica.

Portada de una casa patio del siglo XVI en la calle San Sebastián
Portada de una casa patio del siglo XVI en la calle San Sebastián

En la calle de San Sebastián se conservan una casa-patio, las columnas son de orden dórico y con galería. La puerta de acceso tiene un arco de medio punto moldurado sobre pilastras nervadas en piedra y balconada sobre la clave.

Blasón del palacio de la calle San sebastián
Blasón del palacio de la calle San sebastián

También en esta calle, y probablemente relacionada con el hospital del mismo nombre, se encuentra una hermosa casa solariega barroca articulada en torno a un patio de planta rectangular y columnas de orden dórico con galería superior y pozo, aunque se ha derrumbado el interior en los últimos años. Se accedía por un zaguán y la fábrica es de aparejo toledano con un hermoso escudo nobiliario sobre la fachada

PALACIOS Y CASONAS (I)

Zaguán del palacio de Villatoya

Palacio de Villatoya o de los Duque de Estrada Palacio de Villatoya o de los Duque de Estrada

Gonzalo Céspedes de Meneses fue un escritor de origen talaverano del siglo XVII que, en su novela Varia Fortuna del Soldado Píndaro, nos habla de sus paisanos en estos términos: «la gente della es apacible, agradable y en particular, la noble, que es mucha, lucidísima y de las más calificadas casas de España». Esta pequeña nobleza local tuvo su etapa de esplendor  desde finales del siglo XV hasta iniciado el XVII y en sus palacios exhibió la muestra de su poder oligárquico.

Pocos son los edificios que todavía se mantienen en pie, tristes y casi abandonadas muestras del pasado esplendor talaverano y de la permanente desidia de nuestra ciudad con su patrimonio histórico. La mayor densidad de estas casonas blasonadas se localizaba en  la“villa”, el casco antiguo cercado por el primer recinto amurallado. También en los arrabales mayores, más concretamente en la colación de las parroquias de San Miguel y El Salvador se concentraron algunas de estas nobles construcciones palaciegas.

villatoyadetPALACIO DE VILLATOYA

Dentro de la “villa”, se sitúa en la plazuela a la que da nombre el antiguo palacio gótico de los Marqueses de Villatoya. El Conde de Cedillo lo data en el siglo XV y lo enmarca dentro del arte gótico con «La portada que muestra un arco rebajado con exorno de bolas y dos pinaculillos. El portal, el más característico de Talavera en su género, tiene dos robustos arcos retorcidos y rebajados también con el adorno de bolas…Esta casa ha pertenecido sucesivamente a la familia talaverana Duque de Estrada y a los marqueses de Lanzarote, Villatoya y Jura Real. En ella se hospedó el Rey Felipe V durante su estancia en Talavera, entre el 8 y el 12 de Marzo de 1704». La fábrica es de sillería y junto al alero tiene, a modo de remate, toda una tira con decoración de bolas y tres canes, sobre ella, una cornisa moldurada. La fachada sur es posterior y reformada. Antes de su abandono definitivo, alojó el colegio Electrón.

Detalle de la fachada del palacio de Villatoya

Detalle de la fachada del palacio de Villatoya

En realidad debería llamarse palacio Duque de Estrada, ya que fue esta familia burgalesa, que se asienta en Talavera desde los primeros tiempos de la reconquista de la ciudad, la que lo construyó. Puede que Diego Duque o su hijo Fernando Duque, diplomático y hombre de confianza de los Reyes Católicos, iniciaran la edificación del palacio según podemos deducir por la cronología de su estilo. Entre los hechos históricos en los que se vio mezclado Fernando Duque destaca su periodo como embajador en Francia, la negociación de la boda de la princesa Catalina con el rey Enrique VIII de Inglaterra o su etapa como mayordomo de Juana la Loca. Francisco y Manuel Duque de Estrada sirvieron con las armas a Felipe IV y Felipe V respectiva- mente, interviniendo el primero en la toma de Lérida con una compañía de nobles talaveranos. Ildefonso Fernández identifica el palacio de los Duque con el edificio en el que tenía su sede el casino de Talavera en su época.

Palacio de los Condes de la Oliva hace unos años, cuando un fotomatón y demás "adornos" hicieron que Julio caro baroja lo sacara en un artículo de EL PAÍS como modelo de poca consideración con el patrimonio Palacio de los Condes de la Oliva hace unos años, cuando un fotomatón y demás «adornos» hicieron que Julio Caro Baroja lo sacara en un artículo de EL PAÍS como modelo de poca consideración con el patrimonio

PALACIO DE LOS CONDES DE LA OLIVA

Siguiendo la misma calle, frente al teatro Victoria, se encuentra ocupado por una juguetería el que fue palacio de los Condes de la Oliva. Hace unos años Julio Caro Baroja ilustraba un artículo sobre el deterioro del patrimonio en España con una foto de la fachada de este palacio recientemente adecentada. Edificado mayoritariamente en ladrillo, todavía conserva en su interior un bonito patio porticado con galerías en dos niveles.

Palacio de los conde de la Oliva en una foto antigua

El Conde de Cedillo refiere la existencia en ese mismo patio de dos lápidas romanas con sendas inscripciones, una de ellas se encuentra encastrada en el muro trasero de la Basílica del Prado.

Una de las lápidas romanas que se hallaban en el palacio de los condes de la Oliva Una de las lápidas romanas que se hallaban en el palacio de los condes de la Oliva

EL TAJO QUE YO CONOCÍ

EL TAJO QUE YO CONOCÍ

El merendero de El Paredón ya abandonado en el año 1974 El merendero de El Paredón ya abandonado en el año 1974

Cuando se hizo el 20-J de 2009 la multitudinaria manifestación en defensa del Tajo en Talavera, llamó la atención de los medios nacionales la presencia de algunos ciudadanos que portaban sencillas pancartas en las que,  sobre un cartón, pegaban fotografías de los momentos felices que pasaron en el  río antes de que nos lo usurpara el trasvase. Hay muchas razones  económicas, medioambientales e incluso de defensa de la propia dignidad para reivindicar nuestro río, pero lo que hoy  quiero contarles solo va de su aspecto más entrañable, humano y cultural.

La playa de Los Arenales con sus merenderos

Nuestro Tajo antes del trasvase  olía a río, un olor que ha quedado en el recuerdo y que no tiene nada que ver con el olor a cloaca y albañal que tiene hoy día. No era ya el río trasparente y de oro que describía Cervantes,  pero tenía el color de la vida, de verde o de tierra pero vivo. Hasta los cienos eran cienos que no olían a corrupción y a extraños componentes químicos. Aguas putrefactas  que llegan desde una ciudad de seis millones de habitantes y que producen extrañas espumas e irisaciones que hicieron en 2006 que muchos regantes se negaran a utilizarlas para sus cultivos.

Bañistas en la playa de Los Arenales en Talavera. Al fondo el casco antiguo y en primer plano uno de los frecuentados merenderos Bañistas en la playa de Los Arenales en Talavera. Al fondo el casco antiguo y en primer plano uno de los frecuentados merenderos

Siendo chavales íbamos con la familia a los merenderos del río. El conejo, la ensalada, el pollo, la tortilla o los filetes empanados que después del baño  devorábamos, acompañando la comida con el vino y la gaseosa, y por las noches a veces hasta se arrancaba alguien a tocar la guitarra. Había chiringuitos en Los Arenales, la Presilla, o el Paredón, aunque el recuerdo más entrañable que conservo es el del quiosco Miralrío, que se encontraba donde ahora está el colegio Madre de la Esperanza. La alberca con las carpas a las que echábamos migas de pan, con el chorro que salía del pozo y que, al intentar beber,  siempre daba calambre. La sombra deliciosa bajo los árboles con el sonido del agua corriendo por las acequias que también  con su chisporroteo llenaba de frescura los atardeceres de verano.

Recuerdo el paseo hacia los Arenales con las sombrillas y las familias talaveranas confluyendo hacia un puente de madera sobre el arroyo Berrenchín. La playa de arena finísima con islotes más elevados de álamos y tarayes,  y el baño en un río limpio con las gentes todavía con flotadores hechos de corchos o cámaras de neumático, incluso de tractor, las que provocaban más  envidia a los críos que nos lanzábamos desde un trampolín rústico hecho de tablas. Cruzar a nado a la isla del Chamelo, donde cogíamos paloduz nos provocaba la emoción de la aventura,  y también  ver a Telesforo con su barca y la noticia que nos sobrecogía de algún ahogado cuyo cuerpo había ido a recuperar.

Bañistas en la Playa de Los Arenales antes del nefasto trasvase Bañistas en la Playa de Los Arenales antes del nefasto trasvase

Pero el mejor de mis recuerdos es  el momento en que cogíamos un viejo saco mi hermano y yo, y arrimándole contra la orilla y alborotando entre los juncales,  lo sacábamos  rápidamente y dejaba en su fondo un verdadero tesoro de vida. Ahí aparecían carpillas, bogas, gambusias, barbetes, extraños insectos,  trasparentes camarones, o lampreas. Metíamos aquellas joyas en cubos de playa  junto a los mejillones fluviales, y se los enseñábamos a todos los críos, y a los mayores, a quienes  distraíamos en la sobremesa de café de termo y copa de soberano.

En Toledo con su playa de Safont, en Malpica, o en Puente habrá sin duda mucha gente que recuerda también todo aquello que nos robaron el día que se decidió que nuestro río fuera a enriquecer otras tierras, con la complicidad de quienes, habiendo sido elegidos para ser nuestros representantes,  sólo defendieron y defienden los intereses de su secta.

Las aguas limpias del Tajo en una postal de los años 60

HISTORIA DE LA ALCAZABA

Dibujo de Enrique Reaño sobre una foto antigua que muestra los arruinados muros de la alcazaba Dibujo de Enrique Reaño sobre una foto antigua que muestra los arruinados muros de la alcazaba

HISTORIA DE LA ALCAZABA (el Huerto de San Agustín)

Comenzaremos la descripción de las antiguas murallas talaveranas por el extremo suroriental, donde se encontraba la antigua alcazaba musulmana descrita así por el historiador musulmán Al-Razi «Talavera fiziéronla los antiguos sobre el río de Tejo, en el partimiento de los moros e de los Christianos. E el muro de Talavera es muy fuerte e mucho alto e de muchas altas torres. E quando andava la era de los moros de trezientos e veynte e çinco años, e mandó Mira bomelym, fijo de Mafomad que fiziesen en Talavera un departimiento entre los de la villa e los de fuera, e que fiziese ay un alçar en que morasen los almoxarifes». Vemos así como es Abderramán III quien  ordena construir un alcázar en el año 936 para que residieran en él los gobernadores militares de la ciudad.

Fragmento del dibujo de Talavera de Van der Wingaerde que muestra el alcázar en el siglo XVI Fragmento del dibujo de Talavera de Van der Wingaerde que muestra el alcázar en el siglo XVI

Esta alcazaba ocupaba el antiguo huerto de San Agustín. En recientes excavaciones arqueológicas se descubrieron los muros que dibujan el trazado de la planta del antiguo edificio. Según Francisco de Soto,  Almanzor descansó en él cuando regresaba de sus campañas por Galicia.

Arcos mudéjares del ábside de la capilla del Alcázar de Talavera

Alfonso VI conquista Talavera en 1083 y nombra gobernador de su alcázar a Sancho del Carpio, ejecutado posteriormente por no haber sabido defender de los musulmanes el paso del río Tajo. Alfonso VII gustaba de pasar largas temporadas en el alcázar talaverano y hace algunas obras de acondicionamiento en el mismo. Alfonso VIII mejora las fortificaciones y reforma también este Alcázar Real. En 1351 muere degollada en este edificio doña Leonor de Guzmán, madre de Enrique II.

Placa fundacional de la construcción por Abderramán III de la alcazaba y las murallas reforzadas. Actualmente en el Museo Arqueológico Nacional Placa fundacional de la construcción por Abderramán III de la alcazaba y las murallas reforzadas. Actualmente en el Museo Arqueológico Nacional

El alcázar es palacio arzobispal a partir de 1371, cuando Talavera pasa a depender del señorío de la mitra de Toledo. Durante el reinado de Enrique III vuelve por un corto periodo de tiempo a estar bajo la custodia real.

Antigua postal con las murallas de la alcazaba árabe de Talavera

Durante la Guerra de las Comunidades acomete el ayuntamiento talaverano ciertas reparaciones y restablece la vigilancia del castillo para la cual eran precisos seis hombres. Su conservación debía ser precaria ya en el siglo XVI pues el arzobispo Jiménez de Cisneros inicia unas labores de acondicionamiento del alcázar al que ya se hace referencia como derruido.

Fotografía aérea 1934, vista parcial con la Alcazaba