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EXCURSIÓN DE LA PEÑA DE CADALSO A LA PEÑA DE CENICIENTOS

 

Nos encontramos numerosas gamonitas en nuestro recorrido

Desde la zona sureste del casco urbano de Cadalso parte un camino que nos llevará a en dirección a la Peña Muñana. Es un camino transitable en todo terreno hasta la base de la peña en su cara norte, pero es un paseo agradable entre pinares que podemos perfectamente hacer andando. Desde allí ascenderemos por una senda que nos llevará hasta la cumbre,  transitando entre las afloraciones graníticas aprovechadas desde antiguo como canteras y entre las que crecen los pinos, las gamonitas y las madreselvas. Desde la senda observamos hacia el noreste algunas de las grandes canteras modernas que explotan el blanco granito de Cadalso. Arriba vemos que hay tres pequeñas elevaciones donde hay restos de edificios, como también las hay en el llano del collado que da acceso a las ellas.

Canteras en Cadalso de los Vidrios vistas desde peña Muñana

Los historiadores han querido ver aquí una atalaya de observación de las muchas que jalonaban el valle del Tajo en época medieval. Aunque son tres las elevaciones de la cumbre en las que se encuentran restos de murallas y viviendas, es en la más alta, en la que aloja el vértice geodésico, en la que se hallan los restos de muros de mayor entidad cogidos con argamasa. En uno de ellos y orientado como solían  los musulmanes, hacia el sur se encuentra un hueco que bien podría haber sido un minrhab del que estaban dotadas todas las mezquitas. Puede que no solamente fuera por tanto una torre de observación, sino que tal vez se tratara de un ribat, esa especie de monasterio de monjes armados que al igual que las órdenes cristianas tenían los árabes en la línea fronteriza de confrontación.

Probable minrhab de la mezquita musulmana de la fortificación de peña Muñana

La vista panorámica sobre el valle del Alberche al sur y Gredos al norte es impresionante. Hasta aquí es tradición subir en romería  el Lunes de Pascua, para degustar el llamado “hornazo”, un bollo típico con un huevo en el centro que encontramos en las fiestas populares de otros pueblos.

Afloraciones graníticas en peña Muñana

Volveremos después otra vez al pueblo para tomar el camino de Los Huertos o del Lancha para llegar, cerca del collado de la carretera que nos lleva de Cadalso a Cenicientos, donde parte en dirección a poniente por la ladera de la peña de Cenicientos una pista que nos llevará entre magníficos pinares hasta las proximidades de la Peña, donde ya no pueden pasar los vehículos, pero  hay una senda que en unos minutos nos pondrá en la base de dicha peña podemos bajar por el lado norte hasta la presa de las Albercas, para volver por la carretera a Cadalso.

Puente romano en término de Cenicientos

También podemos hacer una ruta desde Cenicientos para conocer la Piedraescrita, un lugar de culto romano en el que  sobre una gran roca  se halla labrada una escena de una ofrenda que el celo de un párroco cristianizó grabando un rótulo en el que dice que los personajes son las «tres marías» y no una escena de culto pagana. Cerca se encuentra también un puente romano y varios molinos de agua.

Piedraescrita, un santuaio romano con una escena que representa una ofrenda de un matrimonio a una diosa. Abajo a la izquierda se percibe la inscripción «a las tres Marías» hecha por un párroco del pueblo.

Otros parajes de interés en Cenicientos son las pequeñas pozas de un arroyo en el paraje conocido como Las Ollas, a unos dos kilómetros del pueblo.

 Recorrido aproximado 17 kilómetros 5 horas

DOS PUEBLOS Y DOS PEÑAS EN EL VALLE DEL ALBERCHE

Monumento a los canteros de cadalso de los Vidrios

Vamos hoy a visitar dos pueblos del valle del Alberche que se encuentran en la provincia de Madrid. Se trata de Cadalso de los Vidrios y de Cenicientos, dos localidades vinculadas cada una de ellas a una elevación granítica dominante.

En el caso de Cadalso de los Vidrios el cerro que domina sobre el caserío es la llamada peña Muñana.

Fachada del palacio de don Álvaro de Luna en cadalso de los Vidrios

CADALSO es pueblo que algunos relacionan con la antigua colonia judía  de Cadalfarum, ya en época romana, pero en esto de la toponimia hay que poner casi todo en cuarentena por ser disciplina muy dada a la fantasía, y por eso pensamos más bien que el nombre puede venir de la situación elevada y dominante del balcón pétreo sobre el que se asienta el pueblo. El apellido “de los Vidrios” parece derivar de la existencia en los siglos XVI y XVII de fábricas de vidrio en las que se hacían objetos que adornaban y formaban parte del ajuar de los palacios. De época musulmana son los restos que se encuentran en la cumbre de peña Muñana.

Detalle de una portada del palacio de don Álvaro de Luna

En el siglo XV, don Álvaro de Luna inició la construcción de un palacio que al ser ejecutado el valido pasó a los marqueses de Villena que continuaron con su edificación. La parte más occidental es la que se levantó en el siglo XV con su aspecto más fortificado. Luego vemos la portada y las dependencias y claustros interiores que fueron construidos en el siglo XVI, como se observa en su trazado renacentista. La parte más oriental tiene aspecto más moderno con una hermosa galería en su muro del este y parece en su totalidad o en parte construcción del siglo XVIII aunque con reformas posteriores.

Actualmente es propiedad privada pero parte de sus jardines sí son visitables, pues son parque público, y en ellos lo más destacables es el estanque de grandes dimensiones que se ha restaurado y en el que se construyeron en sillería granítica pequeños recintos cuadrangulares en las esquinas de estilo renacentista, además de otros en la mitad de cada lado donde hay asientos para solaz  de los nobles que disfrutaron del palacio. Ya en la calle, justo enfrente de la entrada del palacio, se encuentra una bonita fuente llamada de los Álamos cubierta por bóveda de piedra, y en las afueras del pueblo otra conocida como fuente de la Peluquera de gran antigüedad.

Magnífic fuente granítica de Cadalso de los Vidrios

Un recorrido por las calles del pueblo nos permitirá observar elementos de arquitectura popular con buenas casas de piedra, como no podía ser de otra manera en el pueblo de los canteros, que también tienen un monumento a este oficio a la entrada de la localidad. Muchas de las viviendas tienen labrados en sus portadas escudos nobiliarios y otros símbolos y de todas ellas la más llamativa es la Casa de Los Salvajes, llamada así por presentar en su fachada dos hombres cubiertos de pelo y con garrote que es motivo frecuente en la arquitectura renacentista. En el caserío hay varias cuevas con la típica leyenda de comunicación con lugares antiguos como en este caso la Peña Muñana

También la iglesia muestra en sus bóvedas y en sus muros la magnífica cantería de Cadalso, aunque parece que se utilizaron sillares de la desaparecida muralla para su construcción. Es una iglesia a la que sus dimensiones y los desnudos muros de piedra con sus capillas también graníticas dan un aire de sobriedad de gran efecto estético. Se conserva así mismo el arco de la portada de la ermita de Santa Ana.

Las fiestas patronales se celebran el día 13 y 14 de septiembre en honor del Cristo del Humilladero. También es curioso el carnaval, con una soldadesca o hermandad de ánimas que desfilan con sus insignias tradicionales y hacen el “revoloteo” de la bandera.

Antes de irnos debemos comprar alguno de los buenos caldos que se guardan en sus bodegas.

Ermita de la Virgen del Roble de Cenicientos

CENICIENTOS

Este pueblo está también unido paisajísticamente a la Peña que lleva su mismo nombre, aunque más bien es una dominante elevación en cuya cumbre se encuentra la pintoresca peña en sí.

Parece que la población más antigua conocida en la zona es una población tardorromana-visigoda con una necrópolis en torno al paraje de Piedraescrita llamado así por la existencia de una piedra de unos seis metros de altura en la que hay grabada una inscripción a la diosa romana de la caza, Diana. También hay una necrópolis visigoda en las inmediaciones con sepulcros labrados en la piedra, y el llamado puente romano, perteneció como Cadalso a la villa y tierra de Escalona. Cuenta también con una leyenda pintoresca para explicar el nombre del pueblo y es la respuesta que dieron en época medieval al rey cuando pidió cien lanzas al lugar y respondieron sus vecinos que aportarían “cien y ciento”.

Iglesia parroquial de Cadalso de los Vidrios

Una vuelta por el pueblo nos mostrará su iglesia granítica también de grandes dimensiones y con una buena portada. La ermita de la Virgen del Roble y algunos edificios de arquitectura popular vernácula de interés. También cuenta con un monumento que en este caso está dedicado al toro y en su término se encuentra la llamada Casa del Minero que perteneció al gran historiador abulense Claudio Sánchez Albornoz. Es pueblo en el que hubo varios molinos de agua en su arroyo, que aunque en ruinas, también podemos visitar.

Cruz en Cenicientos

El domingo siguiente al de Resurrección es el día de la Nava y se hace romería, en agosto son las fiestas patronales en honor de la Virgen del Roble y la primera semana de octubre es la Fiesta de la Vendimia.