Archivo de la categoría: Rutas y Senderos

RUTA POR EL CASTAÑAR DEL TIEMBLO AL POZO DE NIEVE

 

Paseando el castañar de El Tiemblo

Por una pista en parte asfaltada de algo más de siete kilómetros podemos acceder a este bosque maravilloso que, sobre todo en otoño, con el variado colorido de las hojas, es un espectáculo digno de ver. En su recorrido, hacia el kilómetro 4, encontramos un monumento dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente, que anduvo por estos parajes estudiando el buitre negro. Debemos dejar el vehículo en el paraje de El Regajo, donde hay una zona habilitada para merendero. Podemos hacer diferentes recorridos entre las arboledas de castaño, pino y roble con manchas de serbales o acebos entre otras especies, pero en invierno puede estar a veces cortado el acceso por las monterías.

El castaño monumental de El Tiemblo conocido como El Abuelo

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ALBERCHE (9) EL TIEMBLO Y ALGUNOS DE SUS PARAJES

Ermita de San Antonio en El Tiemblo

Los pueblos que pasaron por El Tiemblo fueron dejando muestras de sus culturas desde la prehistoria, una de cuyas huellas más significativas son los  llamados Toros de Guisando, de los que hablaremos en otro capítulo y que también por sus inscripciones demuestran la presencia romana. La época de los visigodos nos dejó como muestra de su paso una necrópolis de “lucillos” o sepulcros labrados en la piedra en el lugar de Valdepalomas, y ya desde la Edad Media hay documentos que nos hablan de El Tiemblo como aldea.

Arquitectura popular de El Tiemblo

Así, en el siglo IX nos cuentan las crónicas que pasaron por aquí las reliquias de Santa Leocricia y San Eulogio. En el siglo X aparece el pueblo por primera vez con el nombre de “Trémulo” en latín, y en el siglo XI, en plena reconquista de la zona, pasan por aquí con sus tropas Alfonso VI y Alfonso VII, repoblándose después el territorio con gentes venidas del norte de la península. El monasterio jerónimo del cerro Guisando es obra del siglo XIV. En el siglo XV, El Tiemblo adquiere la condición de villa y en el XVI está documentado el paso por aquí de Santa Teresa y Felipe II.

Millones de ovejas merinas pasaban anualmente por el puente de Valsordo recorriendo la Cañada Leonesa Oriental

El pueblo de El Tiemblo cuenta con algunos elementos patrimoniales de interés como es la ermita de su patrón, San Antonio de Padua, un edificio de dimensiones considerables de estilo barroco, levantada en granito y adornada por curiosos pináculos. En el interior es curioso observar los cuadros que relatan diferentes milagros del santo en la localidad. La iglesia parroquial fue construida entre los siglos XV y XVI y cuenta con dos esculturas de interés artístico. Delante de la ermita se encuentra un esbelto crucero del siglo XVIII, aunque también podemos ver en el pueblo otro más antiguo llamado de San Sebastián.

Inscripción en letra gótica sobre una roca de grandes dimensiones junto al puente de Valsordo con el texto que figura abajo
Transcripción de las inscripciones del puente de Valsordo

Otros dos edificios de interés de estilo neomudéjar son el matadero y las escuelas, ambos de principios del siglo XX. Desde el punto de vista etnográfico debemos hacer reseña de la industria artesanal de elaboración de tinajas, uno de cuyos hornos ha sido rehabilitado, y también el pozo de nieve que se sitúa cerca del Castañar.

Hornos de tinajas de El Tiemblo

En el río Alberche debemos señalar puentes como el de Valsordo y el de Santa Yusta además del molino del Arca de Piedra entre otros. Hay dos puentes medievales en la garganta de la Yedra, los llamados de la Casilla y el Pasil y bajo las aguas del embalse del Charco del Cura se encuentra el puente de la Ladera.

En el próximo capítulo conoceremos el famoso castañar de El Tiemblo.

Puente sobre la garganta de Yedra

UNA EXCURSIÓN POR LOS BARRIOS DE BURGOHONDO JUNTO AL ALBERCHE

Los Barrios de Burgohondo

Arquitectura popular de los barrios de Burgohondo

 Desde el pueblo podemos tomar un camino que nos lleva cruzando la garganta de Navalacruz sobre un viejo puente, hasta llegar después de unos dos kilómetros, que se pueden hacer en coche, al paraje de la Puente Nueva, sobre el río Alberche. Es una zona acondicionada para el baño, con praderas, zona de pic-nic en sus orillas y algún merendero. Cruzando el río por este mismo lugar podemos acceder al mayor atractivo de Burgohondo desde el punto de vista senderista y etnográfico: “los barrios”, una serie de pequeños núcleos urbanos hoy despoblados casi en su totalidad. Todos estuvieron habitados hasta la década de los cincuenta, en que comenzaron a perder población. Hoy día sólo tres o cuatro vecinos viven allí.

Barrio de

En estos barrios se aprovechaban los prados con algo de ganado y algunos huertecillos en los arroyos. Ninguno de ellos cuenta con iglesia, pero podemos ver algunos hornos, viviendas de bonita arquitectura popular, algunas de ellas dotadas de soportal delante del edificio, cuadras y hasta una precaria taberna.

Portada granítica de una casa de los barrios de Burgohondo

Vamos recorriendo los más occidentales como Horno Robledo, el Palancar o Fuentes del Espino y otros señalados en el plano más al este a los que también se puede llegar por otro camino alternativo marcado en su inicio con flechas grises: Yendo desde Burgohondo hacia Villanueva de Ávila, cuando cruzamos el Alberche por un puente de un solo ojo llamado puente del Arco, salimos inmediatamente a la izquierda por un camino y trescientos metros después en dirección sur paralelo al arroyo del Puerto, parte otro que nos acerca fácilmente a algunas de estas pintorescas aldeas, como la de Bajondillo, Fuentebuena, Fuente del Aliso, el Tomillar, Zacapeal y por último la de la Cendra.

Carro en una tiná o enramá

Desde esta última parte una senda que cruza el arroyo del Puerto y nos puede acercar a las casas del Lomo, otro de estos poblados a los que también podemos acceder desde la carretera de Villanueva, un pueblo que, como su nombre indica, es de reciente fundación y que tiene alguno de los «barrios» en su término y se halla rodeado de hermosos parajes para el paseo.

Barrio con el pueblo de Burgohondo al fondo

 Recorrido aproximado desde el Puente Nuevo 14 kilómetros, desde Burgohondo 18 kilómetros. 4 horas

Arquitectura opular en los barrios de Burgohondo

EXCURSIÓN AL PARQUE DEL VALLE DE IRUELAS JUNTO AL ALBERCHE

Embalse de Burguillos con el parque de Iruelas al fondo

 Esta reserva natural de más de ocho mil hectáreas se divide entre los términos de Barraco, San Juan de la Nava, Navaluenga y El Tiemblo. Se sitúa en las estribaciones orientales de Gredos, a las orillas del embalse de Burguillos, y se reparte su territorio a ambos lados del arroyo de Iruelas.

Pino monumental en el parque de valle de Iruelas

Cuenta con más de seiscientas especies vegetales cuya variedad está condicionada por la pluviosidad, la altitud y la diferente orientación de los valles que la conforman. Las zonas que fueron modificadas por la acción humana producida por roturaciones o incendios suelen estar cubiertas de cambrones, piornos, enebros rastreros o genistas. Podemos encontrar ejemplares de pino laricio de proporciones monumentales y los bosques de pino negral han sido favorecidos por el aprovechamiento resinero. En los arroyos de las zonas más bajas los alisos y los fresnos se acompañan de sauces, cerezos, avellanos y olmos. A mayor altura, podemos encontrar abedules y tejos, además de los enebrales y encinares en las partes más secas.

Bosques del parque de Iruelas

En cuanto a la fauna hay que destacar la presencia en la reserva de casi ciento cincuenta especies de aves y más de ochenta de otros vertebrados, muchas de ellas protegidas. Las más llamativas son el águila imperial, el buitre negro y el leonado, además de pequeñas aves como el pechiazul, el picogordo, el bisbita alpina o el gorrión moruno. También podemos ver al gato montés y algunas especies peculiares de reptiles.

Vista general del valle de Iruelas

Además de la ruta general del parque que mostramos en el plano, hay otras rutas habilitadas en el parque de las que dos parten del puerto de Casillas en la zona más elevada del valle. La más corta lleva hasta un pozo de nieve del que hablaremos en el capítulo de El Tiemblo y dura dos horas entre ida y vuelta; la otra va hasta el cerro de la Escusa y tardaremos seis horas en recorrerla. También hay señalada una breve ruta botánica, y otra hasta la lancha de las Víboras que nos enseñará las zonas boscosas.

 

Monumento a los resineros

RESINEROS

Los edificios de recepción e interpretación del valle de Iruelas se encuentran en las antiguas instalaciones del centro maderero y resinero de Las Cruceras. Allí podemos ver algunas de las herramientas utilizadas por estos trabajadores que explotaron este recurso hasta los años setenta, aunque se quiere recuperar la actividad para producir trementina y colofonia. Los resineros hacían incisiones oblicuas llamadas “entalladuras” o “picas” que convergían sobre el “pote”, recipiente cerámico sujeto con un clavo al árbol.

Instalaciones de la resinera resinera de Iruelas

Se conservan la destilería y los depósitos  metálicos en los que se almacenaba la resina En otras zonas de la sierra quedan restos de esta actividad más antiguos y precarios, como el llamado “horno de la pez”, situado en el pueblo de Garganta del Villar cerca de las fuentes del Alberche. Se trata de una pequeña pileta redonda excavada en la piedra donde se observan los restos de la resina carbonizada.

 Recorrido aproximado 18 kilómetros ida y vuelta, 5 horas

Museo de madereros y resineros del Parque de Iruelas

EXCURSIÓN POR LA GARGANTA FERNANDINA, AFLUENTE DEL ALBERCHE

Cruz y ameal en Navatalgordo

En el paseo de hoy partiremos de Navarrevisca hacia el paraje de El Pontón, donde junto a un viejo puente de piedra se encuentran los restos de una antigua instalación textil.

Fuente de Valdehierro

Seguimos el sendero paralelo a la garganta Fernandina entre agradables arboledas ribereñas y pasando junto a un gran bloque granítico aislado conocido como La China. Llegamos a la confluencia con el Alberche, donde tablas de agua y bosques de alisos nos invitan a descansar.

El Alberche en el tramoque recorremos en esta excursión

En la otra orilla están los restos arruinados del molino del Hierro. A continuación subimos en dirección oeste hasta dar con una senda que bordea a cierta altura la ribera sur del Alberche en un agradable paseo con buenas vistas y pozas donde si lo deseamos podemos pescar o darnos un chapuzón.

Puente de Valdehierro

En el paraje conocido como La Puente hay un merendero donde podremos comer y otras pozas para bañarse. Después tenemos dos opciones para volver, o subir por la carretera hasta el camino que nos lleva a Las Majadillas, donde hay magníficas muestras de arquitectura popular navalosera, o tomar un camino desde el puente que asciende en dirección sur para bajar después hacia la garganta Fernandina por un camino que sigue un trayecto paralelo al arroyo de Pedro Calvo, que desemboca en la misma.

Ermita de San Pedro en las elevaciones cercanas a Serranillos

Hay algunas rutas de interés desde esta localidad. Una de ellas sube hasta la ermita de San Pedro, una construcción en ruinas que conserva una curiosa bóveda granítica y que para algunos es una construcción anterior que alojaba una casa fortificada de los templarios. Hasta ella sube una pista asfaltada que parte desde la carretera que va de Serranillos a Navarrevisca y que también nos permite llegar hasta los repetidores y antenas, desde donde es impresionante la vista panorámica del valle del Alberche.

Praderas y arboledas jalonan el paisaje por donde trascurrimos

ALBERCHE (9), SERRANILLOS Y NAVARREVISCA

Serranillos

Vamos siguiendo el curso del Alberche, que por su orilla izquierda sigue perteneciendo al término de Navalosa, hasta llegar al pinar que lleva el nombre de este pueblo. Se recorre un cauce de gran belleza con numerosas pozas como el llamado charco del Negrito y pequeñas cascadas con algunos molinos en su ribera como el de los Brazos y el de Valdehierro, o alguna aldeíta despoblada como la de La Horadada. Las riberas cuentan con abundantes fresnos y alisos y en el tramo final son también numerosos los nogales. Además, podemos encontrar los restos de los tajamares de dos pontones, uno frente a La Horadada, al final del recorrido de hoy, y otro junto al paraje conocido como de Las Juntas.

Paisajes del alto Alberche desde la ermita de San Pedro en Serranillos

El final de este tramo ya se encuentra en término de Navatalgordo, población con una iglesia rematada con espadaña y algunos edificios de arquitectura tradicional de cierto interés que en las afueras cuenta con al ermita de Nuestra Señora de la Canaleja, de donde parte el camino que desciende hasta el río en la zona del despoblado de La Horadada

Talanquera o cerradura de madera en Navatalgordo

En la orilla sur desemboca un importante afluente del Alberche, la garganta Fernandina, que confluye con él en la zona conocida como Las Juntas, dejando una isla entre ambas corrientes. Esta garganta viene desde el puerto de Serranillos, uno de los más transitados históricamente después del puerto de El Pico. Es muy agradable el descenso de este puerto de Serranillos, al que se accede desde el valle de las Cinco Villas. Mientras bajamos, vamos contemplando hermosos prados junto al arroyo que dan a la zona un aspecto un tanto “asturiano”.

Subida al puerto de Lagarejo desde Serranillos
Paisaje del puerto de Lagarejo

Son varias las interesantes fiestas que tienen lugar en Serranillos, como la romería de San Felipe, en la que se unen los vecinos de Serranillos y los de Navalosa en el paraje de Navalvaos, y allí las parejas de novios ruedan abrazados por una pradera. En Santa Águeda las mujeres son las que mandan en el pueblo pues ésta es una fiesta que deriva de las celebraciones paganas de la “matronalia” romana, posteriormente cristianizadas. Como en el cercano pueblo de San Esteban del Valle, también aquí se celebra el “Vítor”, en el que elementos como los caballos, la devoción y la fiesta se unen en una celebración participativa.

La variada y sorprendente flora de Gredos

Serranillos es un pueblo que tradicionalmente, por su condición de lugar de paso, se ha dedicado al comercio. Muchos de sus vecinos se ocupan desde antiguo en la venta ambulante, los llamados “semaneros”, que iban con sus productos agrícolas a las localidades vecinas, vendiendo las patatas, cerezas, manzanas, y las aceitunas o encurtidos, cuya producción es importante por hallarse radicada una empresa para su elaboración en el pueblo, donde, basada en sus magníficos productos naturales, se puede disfrutar también de una buena gastronomía.

Iglesia parroquial de Navarrevisca

Navarrevisca es el siguiente lugar que se sitúa aguas abajo de la Garganta Fernandina. Se trata de otra pintoresca localidad, cuyo nombre podría significar Nava, o sea llanura húmeda, o de la charca. Su iglesia parroquial recién restaurada y su ermita del Humilladero son los elementos principales de su patrimonio, pero en el entorno cuenta también con los sepulcros rupestres o “lucillos” de época visigoda o altomedieval del paraje de las Mesas y la ermita ya referida de San Pedro.

La garganta se rodea de un bosque de ribera más denso, con alisos, castaños, robles y fresnos que acompañan a la corriente hasta llegar a su desembocadura en el Alberche, en el paraje de Las Juntas, cerca de donde podemos ver el molino de Valdehierro. A la salida de Navarrevisca se encuentra el llamado Pontón y junto a él una fábrica en ruinas que se dedicó a las hilaturas de lana y estaba movida por energía hidráulica.

Desde Navarrevisca se han señalizado varias rutas de senderismo con interés paisajístico, dos de las cuales bajan hasta el Alberche siguiendo por ambos lados la garganta Fernandina. En el entorno inmediato del pueblo podemos pasear hasta el mirador de Las Sildas, a la ermita y fuente de San Antonio o al paraje de La Narria con su majada y un potro de herrar.

ALBERCHE (8) RUTA PARA CONOCER LAS «PALLOZAS» O PAJARES DE NAVALOSA

Uno de los pajares de verano de Navalosa

El recorrido sugerido parte de la carretera de Hoyocasero a Navalosa, cerca del kilómetro 8 y desciende hacia la ermita de Los Santos, para desde allí bajar hacia el Alberche por una pista. Cruza el río por un pequeño puentecillo para subir después hasta el paraje de Las Cabañas donde hay una buena agrupación de estas construcciones.

Chozo de Navalosa con techumbre de lajas de granito

Seguimos ascendiendo hasta otro conjunto un poco más elevado en la ladera y descendemos hacia el paraje del Batán, junto al arroyo de Navalvado, que cruzaremos para subir entre algunas de estas construcciones hasta la pequeña aldea de Majadillas, otro núcleo que cuenta con un buen grupo de estas pintorescas construcciones.

Conjunto de pajares o «pallozas» en el valle del Alberche, término de Navalosa

Luego descendemos por la carretera hasta el paraje de La Puente, donde podremos reponernos del camino en su merendero para después subir hacia el pueblo atravesando otro núcleo con varias cabañas. Desde Navalosa, después de dar una vuelta, especialmente por su barrio alto, volveremos por carretera hasta el punto de partida.

Puente sobre el Alberche en Navalosa

 Recorrido aproximado 15 kilómetros, 4 horas y media

Prados en el alto Alberche

 

 

ALBERCHE (6) EXCURSIÓN POR EL ALBERCHE DESDE VENTA RASQUILLA AL PINAR DE HOYOCASERO

 

Puente sobre el Alberche en Hoyocasero

En la excursión de hoy seguiremos el curso del Alberche desde la venta de Rasca, justo en el punto en que el río cambia su dirección norte-sur para descender en sentido oeste-este. 

Ruinas de la central eléctrica sobre el Alberche

Tomaremos la orilla sur para descender río abajo, por donde sigue un camino que deberemos abandonar cuando asciende, para continuar andando por la misma ribera. La vegetación es escasa hasta que llegamos al arroyo de los Avellanos, donde son muy abundantes los árboles de esta especie.

Turbina de la central eléctrica

Comienzan los prados y pronto encontramos en la orilla opuesta un pequeño bosquecillo de pinos y robles en la zona conocida como La Atalaya. Poco después, comienza a embalsarse el agua debido a la presa que daba caudal a una antigua central eléctrica. El bosque de ribera comienza a hacerse más espeso con más fresnos, sauces y chopos que crecen junto al canal que lleva el agua a este complejo. Aunque está en ruinas, deja ver las viejas turbinas de la central, los restos de un molino y los de varias viviendas de los dueños y operarios de estas instalaciones, que además, cuentan con un edificio arruinado con gruesos muros y restos de los ventanales de unas dependencias que parecen más antiguas y tal vez dedicadas a alguna actividad minera.

Pinar de Hoyocasero

Seguimos por esa misma orilla y llegamos a un viejo puente de granito en un paraje muy agradable junto al cerro del Calamocho. Frente a él confluye un arroyo con un bosque de robles y hermosos prados. El Alberche discurre sobre el batolito granítico que deja algunas pozas y una presa que abastece a un molino restaurado del siglo XVIII.

El Alberche a su paso por Hoyocasero

Desde aquí, podemos acercarnos a Hoyocasero y a su magnífico pinar, protegido por su interés como paraje botánico único con numerosas especies autóctonas de las que hemos ahablado en el post anterior

Otra de las especies peculiares de la flora del pinar de Hoyocasero

Otra alternativa es acercarnos en coche hasta el pinar y hacer solamente el recorrido indicado en su entorno, sin recorrer las riberas del Alberche.

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Recorrido aproximado 14 kilómetros ida y vuelta, 3 horas y media

EXCURSIÓN A LA CUEVA DEL BANDIDO MARAGATO

Ameal junto al Alberche

Hoy vamos a visitar la Cueva del Maragato siguiendo una ruta que parte del cruce de la carretera de Navalsauz con la de Ávila. Seguimos hacia Navalsauz por la cañada leonesa, que en este tramo coincide con la carretera, hasta que a unos trescientos metros nos desviamos por la propia cañada que va paralela al Alberche por su orilla occidental.

Molino en el Alberche junto a la ruta de la cueva del Maragato

Aquí el río es coto truchero y lo recorremos hasta pasar frente al molino Parranca. Poco después llegaremos a un antiguo puente conocido como la puente Mocha, nombre que tienen muchos de los antiguos puentes medievales y romanos que no cuentan con los pretiles protectores.

El asalto del maragato en El Verdugal en uno de los cuadros de Gota del museo de Chicago

Más adelante llegaremos a unas viejas majadas desde donde subiremos por la calzada hasta la cueva del Maragato que podemos visitar desviándonos un poco hacia el risco en el que se encuentra.

La Cueva del Maragato

Bajaremos nuevamente hasta las majadas y ascenderemos por las riberas del Alberche hasta otro molino que se encuentra junto a unas chorreras, para desde allí subir hasta Navalsauz, visitando el patrimonio referido en el texto anterior y volviendo después por la carretera al punto inicial.

Cueva del maragato señalada por la flecha

 Recorrido aproximado 13 kilómetros, tres horas

Majadas y ventas jalonan la cañada

Aquellos que quieran conocer algo más sobre el bandido Maragato pueden ver esta otra entrada de este mismo blog:

https://lamejortierradecastilla.com/un-asalto-pintado-por-goya-en-el-verdugal-oropesa/

El puente Mocho en el Alberche

UNA RUTA POR LAS FUENTES DEL ALBERCHE

Por las fuentes del Alberche

Paisaje del Alto Alberche y al fondo el macizo central

 Son varios los paseos y senderos que podemos recorrer por parajes de gran

El ganado pastando entre los meandros del alto Alberche

interés. El puerto de Chía es en sí un atractivo por sus hermosas vistas sobre la vertiente norte de la sierra.

Chozo Blanco cerca del puerto de Chía

Desde allí parte un camino hacia poniente que nos puede acercar hasta la ermita de la Piedad que se asienta sobre lo que con toda probabilidad fue una atalaya de observación medieval. La vista panorámica desde allí es impresionante y junto a la cumbre se encuentra también un pintoresco paraje con una cascada.

Cruz del cementerio de Navadijos con el musgo propio de este clima y altitud altyras

Desde el mismo puerto podemos también acercarnos en sentido contrario al llamado Chozo Blanco, curiosísima construcción rematada en cúpula de piedra y situado en un paraje de altos pastos y praderas.

Insecto típico de Gredos junto a las fuentes del Alberche

 

 Recorrido aproximado de los dos trayectos 17 kilómetros, 5 horas

Restos de la ermita de la Piedad