Archivo de la categoría: Cerámica y artesanía

SAN JERÓNIMO Y LOS JERÓNIMOS EN AZULEJERÍA TALAVERANA

SAN JERÓNIMO

Escudo del monasterio jerónimo( simbolizado por el león) bajo la advocación de de Santa Catalina, simbolizada por la rueda dentada

Eusebio Hieronymus Sophronius nació en el año 340 en Dalmacia, en la actual Bosnia, y es uno de los cuatro Padres o Doctores de la iglesia Latina. Primero estudia latín y griego en Roma donde frecuenta por igual a filósofos y a bellas mujeres. Pero tiene un sueño en el que, tras preguntarle en el Tribunal de Dios si era cristiano, él dice que sí y recibe una fuerte bofetada, mientras se oye una voz que le llama mentiroso por estar en esos momentos inclinado intelectualmente por las ideas ciceronianas.

Al día siguiente, despierta con señales de haber sido golpeado. Su fervor le hace viajar a Tierra Santa para después retirarse al desierto de Siria donde se hace anacoreta y escribe la vida de Pablo el Ermitaño. En su vida eremítica estudia hebreo y sufre grandes tentaciones por el recuerdo y el deseo de las muchas mujeres que había conocido. Vence las tentaciones con el ayuno y golpeándose el pecho con una piedra con la que a veces es representado como uno de sus atributos.

En cierta ocasión quitó una espina de la pata a un león que mansamente se dejó curar, y  por ello este animal es su atributo más frecuente, así como el de la orden jerónima, por lo que ha sido representado formando parte de los emblemas de los diferentes monasterios que encargaban sus lozas o sus botes de farmacia en Talavera. En el Museo Ruiz de Luna se conserva una magnífica pieza de azulejería de gran calidad en su factura con el escudo del cenobio talaverano en el que aparece el león.

Jerónimo vuelve a Roma en 382 y conoce al Papa Dámaso, del que recibe el encargo de traducir las escrituras. Comienza así su ingente tarea en Roma y la finaliza en Palestina, donde es acompañado y auxiliado por Santa Paula. Vive en el entorno de Belén y muere en el año 420 dejando la versión de la Biblia de la que directamente deriva la llamada “Biblia Vulgata”, versión considerada como la oficial por el Concilio de Trento.

*Iglesia de Piedrescrita. Robledo del Mazo (Toledo). Retablo de San Cristóbal. Siglo XVI. Policromía. Se ve a Jerónimo como Doctor de la Iglesia, de pie y vestido de cardenal. Se distingue de los otros tres doctores por su vestimenta de cardenal con el manto rojo, el capelo y el báculo con dos cruces. Lleva también el Libro en alusión a sus trabajos bíblicos y su erudición. Luce las largas barbas con las que suele caracterizársele, aunque no lleva la también habitual iglesia a escala.

Plato en el museo de Ávila con el león rampante del escudo de los jerónimos

*Hospital de los jerónimos en Guadalupe. Siglo XVIII (1797). Talavera –Puente? Policromía. El santo aparece como penitente desaliñado y semivestido con una tosca estameña, arrodillado ante un crucifijo en una escena en la que casi siempre se ve con una calavera, un reloj de arena y el capelo cardenalicio colgado de una rama o en el suelo.

*Convento de Santa Isabel en Valladolid. San Jerónimo penitente es la representación del santo en el desierto con la calavera, el libro y el crucifijo como sus atributos habituales y el león a los pies.

San Jerónimo penitente en el convento de Santa Isabel de Valladolid

Mural de San Jerónimo: Se trata de un panel de azulejería con la representación de varios santos que tiene 1,48m de anchura y 1,19m de altura con 13,5cm de lado- pintada polícroma que desarrolla una escena figurada, separada en dos pisos por una línea de cinta -13,5×6,5cm- decorada con calabrotes o cordones sogueados, enmarcando todo el mural una corona –de iguales dimensiones que los azulejos- con el motivo de glifos o pequeños arquillos bajo un friso lineal. La parte inferior se delimita con una línea de alízares -16×4,5cmde estilizada decoración vegetal.

Otra imagen del santo en este mismo convento es similar a la de Piedraescrita, solo que tiene el león rampante a sus pies.

San Jerónimo en el convento de Santa Isabel en Valladolid

Muchos son los platos de vajillas pertenecientes a conventos jerónimos como el de Talavera, el Escorial o Guadalupe que llevan el león rampante, símbolo de la orden, dibujado en ellos.

SANTA VERÓNICA EN AZULEJERÍA DE TALAVERA

LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE CRISTO

Detalle del Vía crucis de Ruiz de Luna en la basílica del Prado. 1929

“Vero Icon” significa la verdadera imagen, y es el nombre que la leyenda da a la mujer que al paso de Jesús camino del calvario enjugó su rostro con un paño quedando marcadas sus facciones. Este personaje solo aparece en el evangelio apócrifo de Nicodemo.

El supuesto lienzo se encuentra entre las reliquias que se guardan en San Pedro del Vaticano.

Vía crucis de la basílica de Ruiz de Luna con la escena de la Verónica en la VI estació.

Aunque hablaremos en otra ocasión de los vía crucis en la cerámica talaverana en el caso de la Verónica se representa en la VI estación en todos ellos. En el vía crucis de la basílica se observa una gran cantidad de personajes y la Verónica muestra el lienzo con el rostro marcado, como también sucede en el vía crucis del siglo XVIII del monasterio de San Pedro en Arenas y el de Bayuela, mientras que en otros tres se observa el momento en que la mujer se dispone a secar el rostro de Jesús.

VERÓNICA EN AZULEJERÍA TALAVERANA DEL SIGLO XVI EN LA IGLESIA DE PIEDRAESCRITA

*Iglesia de Piedraescrita. Robledo del Mazo (Toledo). Policromía. Siglo XVI. La imagen se encuentra enmarcada por dos columnas abalaustradas con decoración de grutescos de cabeza de león y hojas de acanto con friso inferior de querubines. La Verónica se encuentra de pie sobre terraza mostrando el lienzo con el rostro de Jesús.

SAN LORENZO EN AZULEJERÍA TALAVERANA

SAN LORENZO

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Según la tradición San Lorenzo nació en Huesca, aunque más tarde llegó a ser protodiácono en Roma y administrador de los bienes de la Iglesia en esa ciudad, además de ser el encargado de la asistencia a los pobres. Durante la persecución del emperador Valeriano, que ya había llevado al martirio al Papa Sixto II, le exigieron la entrega de las riquezas de la Iglesia, para lo que pidió un plazo de tres días en los que recabaría los bienes. Al finalizar el plazo acordado,  Lorenzo se presentó ante las autoridades con una multitud de pobres y enfermos entre los que había repartido el patrimonio eclesiástico. Los hombres del emperador le conminaron irritados a que adorara a los dioses romanos o de lo contrario serían utilizados sobre él todos los instrumentos de tortura que habían ordenado llevar ante su presencia.

La parrilla, el atributo más frecuente de San Lorenzo

El diácono sufrió numerosos tormentos y realizó algunos milagros que convencieron a Valeriano de que no doblegaría su voluntad, por lo que ordenó ejecutarle tostándole a fuego lento. Para ello se instaló una parrilla de hierro bajo la que se extendieron brasas y rescoldos que iban siendo alimentados lentamente para prolongar el sufrimiento de Lorenzo quien, según la leyenda, soportaba con tanta serenidad el tormento, que los espectadores del martirio al contemplarlo se iban convirtiendo al cristianismo. Mientras, el rostro del santo estaba rodeado de un esplendor maravilloso y de un suave y agradable olor. Es curioso el pasaje en el que hace una invitación al verdugo en el momento en que está sufriendo el martirio: «De este lado ya estoy en sazón; puedes mandar, si te parece, que me tuesten del otro», muriendo poco después. Junto a San Vicente y San Esteban aparece en las representaciones vestido con la dalmática de diácono. Su muerte sucedió el 10 de agosto, día de su fiesta, del año 258.

San Lorenzo en la iglesia de Lanzahita

*Iglesia parroquial de Lanzahita (Ávila). Frontal del retablo mayor. Siglo XVI. Policromía. Flanquea con San Vicente de Zaragoza a una imagen central de San Juan Bautista y están los tres enmarcados por recortes típicos de ferroneríe. San Vicente aparece con el Libro y la palma y San Lorenzo con la parrilla.

*Iglesia de Piedraescrita. Robledo del Mazo (Toledo) Siglo XVI. Policromía. Juan Fernández? Enmarcado por columnas abalaustradas que presentan decoración de grutescos. Friso de querubines superior e inferior.En este panel aparece sobre la parrilla con la tonsura por ser diácono, con expresión de tranquilidad, joven, lampiño, y sólo cubierto por un paño de pureza, aunque es más frecuente que se le pinte vestido con la dalmática de diácono.

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*Basílica de Nuestra Señora del Prado, Talavera de la Reina. Siglo XVI. Policromía. El autor parece ser el mismo que el de Lanzahita pues la imagen del santo e incluso su rostro son muy similares. Se diferencia de la representación del pueblo de del Tiétar en que está enmarcado por arquitecturas mientras que el de Lanzahita está enmarcado con motivos de ferroneríe. Pertenece al retablo de San Cristóbal que se sitúa a la izquierda en la entrada de la basílica.

Precisamente la parrilla ha sido el atributo de un santo tal vez más representado en la cerámica talaverana, ya que la mayor parte de las piezas encargadas por el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, desde la loza a los albarelos de su farmacia, llevaban representado el símbolo de su martirio junto al león rampante de los jerónimos, y fueron muchas las piezas encargadas por este cenobio tan relacionado con la alfarería de nuestra ciudad y con el rey Felipe II que tanto la amó y protegió.

DOS ESCENAS DE LA VIDA DE SANTA ANA EN AZULEJERÍA ANTIGUA DE TALAVERA

San Joaquín y Santa Ana ante la puerta Dorada. Iglesia de Piedraescrita

Esta escena se basa en la Leyenda Dorada y en evangelios apócrifos como el Protoevangelio de Santiago  Además del dogma de la Inmaculada Concepción, la Iglesia propuso como doctrina que la concepción de María también se produjo “sine mácula”.

Joaquín era un hombre rico que tras veinte años de matrimonio con Ana no había tenido descendencia. En cierta ocasión no le dejaron hacer una ofrenda en el templo por no haber tenido hijos y, disgustado por ello, se retiró al desierto con sus ganados. Allí se le apareció un ángel que le anunció que Ana concebiría una hija que sería la madre de Jesús.

Decoración lateral renacentista del panel de la puerta dorada

Una aparición similar tuvo Ana cuando se preguntaba bajo un laurel porqué hasta los gorriones tenían descendencia y ella no. El ángel les dijo a ambos que se reunieran ante la Puerta Dorada de Jerusalén y esa es la escena representada, cuando se abrazan y se besan, momento que principalmente los franciscanos defendieron como instante de la concepción de la Virgen “sin concupiscencia”.

San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada. Detalle. Iglesia de Piedraescrita

*Iglesia de Piedraescrita. Robledo del Mazo (Toledo). Policromía. Siglo XVI. Joaquín y Ana ante la puerta pintada de amarillo para indicar que era la Puerta Dorada. Esta cerámica es del siglo XVI, y es a finales de esta centuria cuando se empieza a sustituir esta representación por la de la Inmaculada Concepción, y de hecho, en las escenas de la basílica del Prado realizadas ya en el siglo XVII no aparece esta escena. Enmarcada por querubines y columnas abalaustradas con decoración renacentista.

Santa Ana se pregunta por qué es estéril

*Iglesia de Piedraescrita. Robledo del Mazo (Toledo). Policromía. Siglo XVI. Ana arrodillada se pregunta por qué no tiene descendencia bajo un árbol cuyas hojas intentan representar las de un laurel, con los pajarillos y la cría en su nido. Es curioso el remate del muro con un bardal de ramas entrelazadas.

Decoración renacentista de «candelieri» y grutescos en el lateral de una de estos paneles

Escena enmarcada por friso superior e inferior de grutescos de blanco en reserva sobre azul, además de filetes y cordoncillo.

SANTIAGO EN AZULEJERÍA TALAVERANA

SANTIAGO EL MAYOR

Panel del siglo XVI que representa a Santiago Matamoros en la iglesia de El Casar

Santiago el Mayor, o el hijo de Zebedeo, es conocido así para diferenciarlo de Santiago el Menor. Era de una familia de pescadores de Galilea y se le considera hermano de San Juan Evangelista, los conocidos como “hijos del trueno”, por su temperamento y la vehemencia con que defendían sus creencias. Forma parte con Pedro, Andrés y Juan  del primer grupo de discípulos de Cristo. Tras la muerte de Jesús marcha a predicar a Siria para luego volver a Jerusalén donde convierte al mago Hermógenes después de hacer ambos una demostración de sus poderes. En el año 44 es decapitado por orden de Herodes Agripa.

Se conoce poco más de su vida y por ello el resto de sus referencias están basadas en leyendas posteriores como la que le hace predicar en España, volver a Jerusalén para ver a la Virgen y ser allí ejecutado y, en otra rocambolesca leyenda ser traído su cadáver embalsamado a España y ser enterrado en casa de una mujer llamada Lupa que se convierte al cristianismo.

En 813, reinando Alfonso II el Casto, un ermitaño llamado Paio dijo a Teodomiro, obispo de Iria Flavia en Galicia, que había visto unas extrañas luces sobre un monte. Bajo las luces encontraron una tumba en la que se hallaba un cadáver decapitado con la cabeza bajo el brazo. A partir de ese hallazgo Teodomiro difundió la leyenda de la predicación de Santiago en España, aunque la arqueología indica que el cristianismo no llega a Hispania hasta el siglo III. Para explicar su viaje a Jerusalén la leyenda dice que la Virgen se le apareció sobre el pilar que hoy se venera en Zaragoza induciéndole a ir a verla a Judea.

Santiago Matamoros en azulejería de la iglesia del antiguo despoblado de Mañosa en Cebolla

*Antigua iglesia del despoblado de Mañosa. Cebolla (Toledo ). Policromía. Siglo XVI. Enmarcado en compleja greca de varios componentes. Primero de filetes blancos y amarillos, cadeneta geométrica de trazados rectos con floretas amarillas en los lados y otra de eslabones curvos con florecilla central en la parte superior. El santo viste coraza con cruz de Santiago y presenta piernas desproporcionadas con el torso. Caballo blanco con crines abundantes. Miembros, cabezas y armamento del enemigo esparcido por el suelo. Nubes espirales rellenan las esquinas.

Lo que es cierto es que bajo la catedral de Compostela hay realmente un cementerio utilizado en varias épocas y que en él se han hallado materiales cristianos pertenecientes al siglo III, restos suevos y visigodos, de ahí vendría la teoría de que el paraje era anteriormente un “campus stellae”, un campo de estelas funerarias. En 1122 el papa Calixto II impulsó la peregrinación a Santiago cuando proclamó que los años en que el 25 de Julio cayera en domingo sería Año Santo Jacobeo.

Dos son las representaciones con las que contamos. Una de ellas es la más frecuente y es la conocida como de “Santiago Matamoros”. El apóstol se convirtió para los españoles en el santo protector en las batallas de la reconquista y por ello aparece en un caballo blanco, vestido de guerrero con armadura y otras veces de peregrino,  portando un estandarte y blandiendo la espada, mientras el caballo pisotea a los sarracenos y se pueden ver brazos, piernas y cabezas amputados a los musulmanes en la batalla. Esta imagen del apóstol deriva de la leyenda de la batalla de Clavijo, cuando en 930 el rey Ramírez de Castilla tuvo un sueño antes de la batalla en el que el santo le prometía que vencería, y al día siguiente se apareció montado en su caballo blanco dirigiendo a las tropas hasta la victoria. La cruz de Santiago tiene forma de espada con el travesaño acabado en forma de lirio por ambas partes.

Panel de la iglesia de Piedrescrita que representa a Santiago Matamoros

Iglesia de Piedraescrita. Robledo del Mazo (Toledo). Policromía. Siglo XVI. Escena incompleta enmarcada en cabezas de querubín con Santiago matamoros sobre miembros y armas de los musulmanes.

Placa cerámica del pórtico de la ermita de la Virgen del Prado representando a Santiago Matamoros

Basílica de Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina. Siglo XVI. Policromía. Marco ovalado de ferroneríe con serpientes entrelazadas y florecillas. Santiago Matamoros con un enemigo vestido a la romana a sus pies, con armas y miembros esparcidos. Dos vieiras aluden a santiago peregrino.

La otra forma más frecuente es la de Santiago Peregrino, que se representa a partir del siglo XIII, con el sombrero de ala ancha, el capote de los peregrinos y su atributo más característico, la concha de vieira en el sombrero o en el morral. Este atributo tiene un  origen poco claro y se empezó a utilizar desde el siglo XII. Su significado ha sido explicado en varias leyendas entre las que podemos señalar la que dice que un príncipe gallego al acercarse a sus reliquias se vio cubierto de estos moluscos.

Imagen de Santiago Peregrino en la iglesia de Mejorada

Un ejemplo es  este panel de la Iglesia parroquial de Mejorada (Toledo). Policromía. Siglo XVI. Frontal de altar en el que la imagen aparece enmarcada por florones en los lados y volutas y róleos en la parte superior que rodean a un marco de ferronerie adornado con frutos, matas y espadañas. Santiago Peregrino vestido con capote anaranjado con estampado de vieiras que adorna también el sombrero. Báculo y calabaza en la mano izquierda y rosario en la derecha.

Retablo cerámico de Santiago del Museo Ruiz de Luna

Museo Ruiz de Luna. Talavera de la Reina. Siglo XX. Policromía. Decoración en la parte superior con diferentes grecas de ovas, metopas y hojas de acanto y pequeñas esculturas de querubines En las esquinas de la escena la cruz de santiago y las vieiras entre grutescos que también adornan los pilares laterales. En la parte inferior cartela con el nombre del autor con roleos laterales y nueva greca de grutescos en azul. Santiago matamoros inspirado claramente en el que se encuentra sobre las columnas del pórtico de la basílica del Prado y que presenta imagen realista de del pisoteo de los musulmanes por el caballo. Un árbol, nubes oscuras y las banderas de los árabes ocupan el fondo.

Santiago Matamoros en una placa cerámica del Museo Ruiz de Luna

*Museo Ruiz de Luna . Talavera de la Reina. Siglo XVI. Policromía. Santiago «Matamoros» con los miembros cercenados del enemigo y las armas en el suelo. Lleva estandarte y sombro del siglo XVI.

Panel que representa a Santiago Peregrino en cerámica de Ruiz de Luna en Castillo de Batyuela

Iglesia parroquial de Castillo de Bayuela. Representación de los apóstoles en el retablo. Siglo XX. Policromía. Autor Juan Ruiz de Luna.

Santiago aparece como peregrino con el libro en una mano y el báculo y la calabaza de peregrino en la otra. Viste el capote de peregrino sobre el que se ven las vieiras.

SAN CRISTÓBAL EN AZULEJERÍA ANTIGUA DE TALAVERA

SAN CRISTÓBAL EN AZULEJERÍA ANTIGUA DE TALAVERA Y SU HAGIOGRAFÍA

Es curiosa la representación de peces en el río que cruza San Cristóbal y que representa especies del Tajo, salvo una imaginaria ballena.

Réprobo fue un hombre del siglo III y originario de Asia Menor. Su leyenda cuenta cómo buscó al hombre de la tierra más poderoso para ponerse a su servicio. Primero sirvió a un rey, pero observó que en presencia de un juglar que nombraba al diablo en una de sus canciones el monarca temblaba solamente con su mención. Decepcionado, contactó con un brujo para que le diera a conocer al demonio y así poder servirle, pero cuando iban por un camino en el que había una cruz, el hechicero se puso a temblar. Réprobo se dio cuenta así de que el Crucificado era realmente el más fuerte y se puso por ello a su servicio convirtiéndose al cristianismo.  Conoció después a un ermitaño que vivía junto a un río y le aconsejó que, para ayudar a los demás y hacerse merecedor de servir a Jesús, debería ayudar con su gran corpulencia a cruzar la corriente a los viajeros. En cierta ocasión, cuando llevaba sobre sus hombros a un niño, notó que le costaba un gran esfuerzo pasar el río con su peso, que además iba aumentando a medida que cruzaba por el cauce. Cuando se lo dijo al muchacho, éste le respondió que eso le sucedía porque estaba llevando al amo del universo, ya que él era Cristo. Desde ese momento, Réprobo se hizo llamar Cristóbal o Cristóforo, nombre que significa “portador de Cristo”. Cristóbal se bautizó en Antioquia y predicó en Samos de Licia. El santo sufrió martirio y fue sometido a suplicios con barras de hierro y parrillas, además de sufrir varios intentos de ejecución hasta que finalmente fue decapitado.

Su imagen es muy familiar, pues fue representada generalmente en iglesias, catedrales, e incluso a las puertas de las ciudades, ya que era creencia antigua que si alguien se moría habiéndole contemplado se le perdonarían los pecados.

San Cristobal en un panel de azulejos del siglo XVI en la iglesia de El Casar de Talavera

*Iglesia parroquial de El Casar de Talavera. Talavera de la Reina Siglo XVI. Policromía. Altar lateral. Enmarcado en retablillo renacentista en azulejo formado por dos columnas acanaladas con capiteles decorados en color que sostienen motivos de grutescos y venera central. San Cristóbal lleva al niño y se apoya en un árbol. Se ve al ermitaño en la orilla del río y en el medallón de recortes con decoración vegetal de la zona inferior del retablo se ha dibujado al que probablemente es el ermitaño de la leyenda de San Cristóbal orando ante un crucifijo.

San Cristóbal en azulejería del siglo XVII de la ermita Virgen de Gracia de Velada

*Ermita de la Virgen de Gracia de Velada (Toledo). Retablo lateral. Siglo XVII. Policromía. El niño va sobre los hombros con la bola del mundo. Las figuras son esbeltas y el dibujo aunque muy rectilíneo, es seguro y de calidad como puede observarse por lo conseguido de la postura, el rostro o la sugerencia de volúmenes y pliegues de las vestiduras. El retablo enmarca las figuras entre columnas, mármoles simulados y cenefas de hojas de acanto y cadeneta, además de recuadro de bandas y filetes azules y amarillos.

Azulejería de la iglesia de Piedraescrita del siglo XVI representando a San Cristóbal

*Iglesia de Piedraescrita. Robledo del Mazo (Toledo). Policromía. Siglo XVI. El santo está flanqueado por las imágenes de los Padres de la Iglesia. En las aguas del río se suelen representar peces, anfibios y a veces animales fantásticos. En el caso de la azulejería talaverana es curioso constatar que los animales representados son los de la fauna del Tajo: carpas, barbos, bogas, anguilas y galápagos.

San Cristobal en azulejería talaverana del siglo XVII en la ermita de la Virgen del Prado

*Basílica de la Virgen del Prado. Talavera de la Reina. Siglo XVI. Policromía. Retablillo de San Cristóbal que se encuentra a la entrada del templo a la izquierda. Cristóbal lleva al Niño con la bola del mundo y se apoya en un árbol. Se ve al ermitaño en una cueva a la orilla del río, donde peces, tortugas e incluso ballenas surcan las aguas. El arco del retablo está decorado con ángeles, frutos y grutescos. Aparece el ermitaño en una cueva con una lámpara cuya luz guía a Cristóbal en el paso de la corriente.

SAN PABLO EN AZULEJERÍA DE TALAVERA

SAN PABLO

San Pablo representado en panel de la iglesia de San Pedro en Garrovillas. Es obra de Juan Floris, uno de los precursores de la cerámica talaverana y maestro de ceramistas  que residió en nuestra ciudad. No se sabe dónde se cocieron los azulejos de esta obra maestra.

Nació en Tarso, ciudad que tenía la ciudadanía romana. Era hijo de una familia devota de tradición farisea que le envió a estudiar con el famoso rabino Gamaliel. Su nombre es Saúl en hebreo y Paulo en latín, pero sabemos poco de su vida hasta que aparece como el joven romano que presencia el martirio de San Esteban, debido a que en principio participó en la persecución de los cristianos por sus firmes creencias en la religión hebrea. Las primeras descripciones le dibujan como un hombre bajo, calvo, desgarbado y con barba negra.

La conversión de San Pablo se produce cuando, yendo a Damasco, cae del caballo cegado por una luz que bajó del cielo y contempla a Jesucristo acompañado de tres ángeles. Esta visión ha sido explicada por algunos como una experiencia mística y por otros como una alucinación derivada del calor reinante y de la oftalmía que padecía. El caso es que Pablo comenzó desde entonces a predicar a los judíos para retirarse después a meditar y escribir al sur de Damasco, de donde tuvo que huir. Pero vuelve a Jerusalén a ver a Pedro y más tarde inicia su actividad apostólica con San Bernabé. Primero predican en Chipre y luego van a Asia Menor donde, siempre sometido a la persecución de los judíos, sigue desempeñando su actividad apostólica. Incluso cae en una celada en la que es apedreado y dado por muerto.

Tuvo que hacer frente a las disputas dentro de la Iglesia sobre si los gentiles debían seguir la Ley de Moisés como los judíos. Después de sus tres viajes apostólicos fue encarcelado en Roma durante dos años para ser finalmente degollado, ya que por ser romano no podía ser crucificado como Pedro. Se le considera el apóstol de los gentiles por antonomasia y su obra escrita ha hecho que se le valore como el principal apóstol después de Pedro, aunque en realidad no llegara a conocer a Jesús.

San Pablo en azulejería del siglo XVI, en el pórtico de la basílica de la Virgen del Prado

*Basílica de la Virgen del Prado. Friso superior del pórtico en su lado sur, junto a otras imágenes de origen desconocido. Siglo XVI. Policromía. Enmarcado en greca de hojas de acanto amarillas y verdes. Pudiera ser originario del Hospital de San Antonio Abad, como gran parte de los azulejos del templo, pero también es posible que pertenezcan a algún otro edificio derribado como la cercana ermita de San José, o el monasterio de Santo Domingo, por el gran parecido de la cenefa con las del púlpito llevado de ese cenobio. Aparece Pablo con su atributo principal, la espada con la que fue degollado, y con el Libro.

San Pablo cae del caballo camino de Damasco. Iglesia de Mombeltrán

*Iglesia parroquial de La Villa de Mombeltrán. Siglo XVI. Policromía. Paneles laterales del retablo de Santa Ana. Enmarcado en cenefa de roleos en policromía. Uno de los retablillos representa la escena de su conversión, con Pablo caído en tierra y en el cielo una luz con el nombre de Dios en hebreo, griego y latín con tres ángeles, de los que uno sostiene una cruz. Va acompañado de otros soldados vestidos a la romana. Fondo con ciudad, árboles y montañas. Un rótulo en latín describe bajo los azulejos esta escena de la conversión, cuando oye la voz de Dios que le dice “Saulo, Saulo ¿Porqué me persigues?”.

San Pablo en azulejería talavera del siglo XVI en la ermita de la Virgen de Peñitas en Oropesa

*Ermita de la Virgen de Peñitas. Oropesa (Toledo). Siglo XVI. Enmarcado en cenefa de motivo renacentista entre filetes amarillos y blancos con el santo representado en hornacina rematada en venera con la espada y el Libro abierto como atributos.

*Retablo procedente del hospital de San Antonio Abad hoy en la basílica del Prado. Talavera de la Reina. Policromía. Siglo XVI. Enmarcado en columnas salomónicas y pilares decorados con motivos vegetales de hojas, frutos y grutescos. El santo está sobre una peana con grutesco y presenta como atributos una gran espada y el Libro.

SAN JUAN BAUTISTA EN AZULEJERÍA TALAVERANA

SAN JUAN BAUTISTA EN AZULEJERÍA TALAVERANA

San Juan Bautista en azulejería del siglo XVI en Piedraescrita

Es considerado el último profeta y el precursor del Mesías que anuncia su llegada. Se considera también por ello como el vínculo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Fue predicador, llevaba vida ascética en el desierto y bautizaba en las aguas del Jordán a aquellos que venían a él en actitud de penitencia. Los datos que a través del evangelio se conocen sobre el Bautista son escasos, aunque también habla de él el historiador Josefo y el Corán. Es incluso venerado en Irak por los mandeos que le consideran el mayor de los profetas y fundador de su religión

Una de las escenas de su vida más representadas es el anuncio a su padre Zacarías de su nacimiento, otra de ellas muestra el momento en que su madre Isabel, prima de la Virgen, sabe por inspiración divina que su hijo será Juan. Otro momento apócrifo de su vida es en el que aparece él y su familia huyendo al desierto y en otra escena acompañando a la Sagrada Familia. A veces aparece como uno de sus símbolos un panal, ya que según el evangelio se alimentó en el desierto de miel y saltamontes.

San Juan Bautista bautizando a Cristo en azulejería talaverana del siglo XVI enPiedraescrita

Otros momentos relacionados con la vida del santo son la Visitación de la Virgen a su madre Santa Isabel y el bautismo de Cristo, representado en la ermita de Velada y en Piedraescrita, iglesia que como veremos cuenta con la más variada iconografía del santo. También ha sido pintada en muchos casos Salomé con la cabeza del bautista sobre una bandeja o simplemente la cabeza expuesta. En Piedraescrita aparece en el momento en que va a ser decapitado y Salomé aguarda con la bandeja para recoger la cabeza, como podemos ver en la imagen adjunta.

Juan recrimina a Herodes Antipas su unión incestuosa con la esposa de su hermano Herodías. Se trata de Salomé que, para convencer a Herodes de que tome venganza contra el Bautista, baila ante el rey consiguiendo que ordene cortar la cabeza al profeta.

Decapitación de San Juan bautista en la iglesia de Piedraescrita en un panel del siglo XVI

Pero la imagen más habitual del santo es como la que puede verse en un panel de azulejos de la ermita de la Virgen del Prado. Está situado junto a la entrada de la fachada norte, al final de los paneles sobre la genealogía de Cristo. Suele aparecer vestido con una piel de pelo de camello y con aspecto demacrado y macilento, y además acompañado del cordero crucífero, el Agnus Dei con la cruz de báculo largo con travesaño corto que es símbolo de su profecía en el momento en que dice al bautizar a Jesús: “He aquí el cordero de Dios”. Está representado así también en uno de los pequeños paneles que se encuentran sobre las columnas del pórtico, además de en la ermita de Cervera, en la iglesia de Lanzahita o en la de Piedraescrita. Otros símbolos suyos son el libro que lo acredita como profeta y la concha del bautismo. Los baptisterios de muchas iglesias están dedicados a él por su vinculación al bautismo.

Panel de azulejos del siglo XVI enmarcado en ferronerie situado en el pórtico de la ermita de la Virgen del Prado

En Candelada aparece siendo un niño en compañía de su padre Zacarías

Es el único santo del que la iglesia celebra su nacimiento, junto a la Virgen y Jesucristo, concretamente el 24 de Junio. Es fecha llena de rituales paganos precristianos por ser el día del equinoccio de verano. Por ejemplo, el que hacía que antiguamente se quemaran ese día los animales muertos para que los dragones no aumentaran su voluptuosidad y no arrojaran su semen sobre la tierra, lo que causaba grandes mortandades y de ahí las hogueras que se encienden ese día.

Azulejería del siglo XVII que representa a San Juan Bautista en la ermita del Prado de Talavera

Es protector contra la epilepsia, las enfermedades infantiles, los espasmos, el vértigo, el granizo, el temor y el delirio del baile, así como también es patrono de arquitectos, toneleros,  peleteros, guarnicioneros y talabarteros

Panel de azulejos en un frontal de la iglesia de Lanzahita que representa a San Juan Bautista con el Agnus Dei

SAN BERNARDO EN AZULEJERÍA

SAN BERNARDO

Vamos a reproducir aquí un nuevo artículo de la serie «El Santoral del Barro», sobre las representaciones en azulejería de Talavera de los santos con su iconografía, en este caso del siglo XVIII.

Representación de San Bernardo en la puerta oeste del convento de La Encarnación de Talavera. Siglo XVIII
Representación de San Bernardo en la puerta oeste del convento de La Encarnación de Talavera. Siglo XVIII

La representación en azulejos que traemos aquí está situada en la puerta occidental del monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación de las madres “bernardas” de Talavera. Es un panel con aspecto de haber sido elaborado en el siglo XVIII. Aparece el santo con su báculo de abad y el hábito blanco y holgado de su orden. El pelo rapado y una delgada cinta de cabello alrededor. A los pies aparece la mitra de obispo arrojada al suelo como símbolo de su rechazo cuando se negó a serlo en varias ocasiones. También se ve a la derecha en el suelo un corazón y unas azucenas, probablemente como símbolo de su amor por la Virgen.

Enmarcado con motivos vegetales en azul y blanco delimitados por cordoncillo.

Bernardo nació en una familia noble de Borgoña a finales del siglo XII y profesó como monje cisterciense en el monasterio de Citeaux. Tres años después fundó con otros monjes el monasterio del valle de la Amargura, llamado así por estar infectado de bandoleros. Él lo convirtió en el valle de Claraval o valle de la luz. Fue abad del cenobio hasta su muerte, renunciando a otras dignidades eclesiásticas que le ofrecieron.  Es el santo más considerado durante el siglo XIII y un hombre protagonista de su tiempo, durante el que destaca en teología con numerosas obras en las que es una voz autorizada en los conflictos doctrinales de la época. Predicó la cruzada enardeciendo a las masas para ir a luchar contra los sarracenos, pero fue un gran fracaso en el que murieron decenas de miles de personas y fue acusado de ser un falso profeta. Estos hechos y las mortificaciones sufridas en vida acabaron con su vida, siendo canonizado en 1174.

Fue reformador de su orden, en la que introdujo el desprecio por el lujo y su desinterés por las imágenes, tolerando en sus fundaciones solamente el crucifijo. Impulsó el culto por la Virgen y puso todas sus iglesias bajo la advocación de Nuestra Señora.

Aparte de la imagen más habitual del santo pintado sólo con sus atributos aparece además en muchas representaciones durante algunas de las apariciones que según su leyenda tuvo en vida de Cristo y la Virgen. En una de ellas Jesús desclava su brazo derecho de la cruz para abrazar a Bernardo, y en la más conocida una imagen de la Virgen cobra animación y oprime su pecho para que unas gotas de leche caigan en la boca del santo en premio por la defensa que de su culto había hecho.

Otras dos escenas frecuentes son el sueño de su madre embarazada en el que da a luz un perro blanco que ladra a los enemigos de Dios que en esta época eran considerados los miembros de sectas herejes como las de los cátaros, albigenses y valdenses. Por esta razón otro de sus atributos es el demonio encadenado como sucede con San Bartolomé. En otra escena frecuentemente reproducida se salva de la tentación que le hace sentir deseos incestuosos por su hermana, al igual que en una venta se salva del acoso de una mesonera gritando ¡Ladrones, asesinos! para que acudan los que allí pernoctan y así evitar el pecado.

Era tan elocuente que llegó a conseguir que le siguieran en su vocación sus hermanos y su propio padre y, que en principio se oponía a su vocación religiosa. Por ese poder de convicción se le llamaba “doctor melifluus” ya que se decía que sus palabras fluían dulces como la miel,  por lo que a veces aparece en las imágenes junto a un panal de abejas.

Es patrón de Borgoña de donde era originario y de Gibraltar, además de proteger a los colmeneros y cereros. Es uno de los Doctores de la Iglesia.

OBRAS DE RUIZ DE LUNA EN CÁDIZ

OBRAS DE RUIZ DE LUNA EN CÁDIZ

Panel de azulejería de Ruiz de Luna de la iglesia de San Lorenzo Mártir de Cádiz
Panel de azulejería de Ruiz de Luna de la iglesia de San Lorenzo Mártir de Cádiz

Es mutua la influencia entre la cerámica de Talavera y la sevillana, que se extiende por toda Andalucía. Y es por ello muy valorada allí la azulejería de nuestra ciudad que cuenta con numerosos paneles de azulejos repartidos por toda su geografía, especialmente la de de Ruiz de Luna, que hasta en la Plaza de España cuenta con un hermoso ejemplar del impulsor de nuestra artesanía más emblemática, especialmente a raíz de la exposición iberoamericana que difundió especialmente su obra durante los años veinte del pasado siglo.

Pero hoy no vamos a hablar de los elementos que podemos encontrar en Sevilla, sino de dos hermosos paneles que podemos contemplar en Cádiz, realizados ambos en 1926.

En primer lugar nos referiremos a la imagen de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos que se halla sobre el muro de la fachada de la iglesia de San Lorenzo Mártir. A la derecha se encuentra este gran panel y a la derecha otro de origen sevillano de proporciones similares.

Firma de Ruiz de Luna en el panel de la iglesia de San Lorenzo Mártir de Cádiz
Firma de Ruiz de Luna en el panel de la iglesia de San Lorenzo Mártir de Cádiz

Es una obra muy original pues las imágenes se han realizado con cierto relieve mientras que el recercado es liso y con la típica decoración renacentista talaverana en tonos azules y amarillos. El panel está firmado por Ruiz de Luna en un lado y tiene rotulado «Talavera año 1926» en el otro.

Sello de Talavera en el panel de Ruiz de Luna
Sello de Talavera en el panel de Ruiz de Luna

El otro panel se encuentra en la entrada del balneario de la castiza playa de La Caleta, llamado de la Virgen de la Palma y del Real. Representa la advocación de  popular patrona del barrio de la Viña. Es también obra de 1926 y está firmada por Juan Ruiz de Luna, aunque en el panel explicativo turístico se confunden cuando lo atribuyen a «Justo» Ruiz de Luna.

 

Entrada del balneario de La Caleta
Entrada del balneario de La Caleta

Panel de la entrada de La Caleta en Cádiz
Panel de la entrada de La Caleta en Cádiz

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