MOLINOS DE LA SIERRA DE SAN VICENTE, CUENCA DEL ALBERCHE

MOLINOS DE LA CUENCA DEL ALBERCHE

SIERRA DE SAN VICENTE

Molino en término de Hinojosa sobre el arroyo Guadmora

En la cuenca del Alberche, sobre los pequeños arroyos de pendiente media que descienden de la Sierra de San Vicente hubo molinos que, al menos en épocas lluviosas, molieron para las gentes serranas pero también dieron servicio a los pueblos del valle del Alberche y la comarca de El Horcajo ya que, como hemos visto, el Alberche era río poco molinero.

Recorriendo río arriba los afluentes de la orilla norte del Alberche, nos detendremos primero en el arroyo de Las Tenebreras o de la Virgen, junto a la carretera que va de San Román de los Montes a Hinojosa. Se trata de un molino de cubo en sillería con el depósito característico de agua que delata su adaptación a de motor de gasoil (Te1). Su accesibilidad facilita su visita y el recorrido del canal de corto trayecto que hará comprender fácilmente al curioso el mecanismo básico de los molinos de agua (Foto 31).

Molino del arroyo de Las Tenebreras en San Román

En el mismo casco urbano de El Real de San Vicente existen restos de cuatro molinos de cubo, junto a un quinto un poco aguas abajo del pueblo, cerca del cruce con la carretera de Castillo de Bayuela. Este último conserva su rampa y un canal elevado que deja por debajo un portillo que permite el paso al otro lado del molino donde se encuentra el huerto. Todos estos ejemplares se sitúan sobre las orillas del arroyo de las Cañadillas (C1), (C2),(C3), (C4) y (C5) (Foto 32 y 33).

Molino en el casco urbano de El Real de San Vicente sobre el arroyo de Las Cañadillas

Hinojosa de San Vicente cuenta en su término con dos magníficos ejemplares molineros interesantes por su bonita arquitectura popular, (Gu1) y (Gu2) (Foto 34). Están situados sobre el arroyo de Guadmora que aguas abajo, ya en término de Castillo de Bayuela, movilizaba otros dos artificios de gran antigüedad y que, como los anteriores, cuentan con un receptor de cubo. Uno de ellos sirvió también como batán (Gu3) y (Gu4) (Foto 35).

Además, Castillo de Bayuela tiene en su demarcación otros seis molinos sobre el arroyo de Saucedoso, en la zona conocida como “del Puente Romano”. Los tres más bajos (S4), (S5) y (S6) son de tipología muy similar, con un cubo que tiene la base del mismo sumamente inclinada hasta el punto que podemos definir a estos receptores como de cubo-rampa.

Molino que también fue batán en el arroyo Guadmora

El segundo ejemplar (S2) tiene la peculiaridad de haber asegurado la estanqueidad del cubo mediante unos cilindros de cerámica de un metro de altura que cubren superpuestos la pared interior del receptor evitando así escapes de agua. Esto es lo que fabricado en piedra se conoce en otros lugares de España como “atanores”. El tercer artificio (S3) (Foto 36) toma sus aguas del afluente arroyo del Batán, aunque se sitúa a las orillas del Saucedoso, pero el cuarto (S 4) es de doble captación ya que toma el caudal de ambas corrientes. La presa del quinto molino es de las pocas existentes en la provincia que hemos definido como de “presa paralela a la corriente”, mientras que la presa del sexto tiene su anclaje en los mismos pilares del “Puente Romano”. Aguas abajo hubo un séptimo molino del que hoy ya no quedan restos.

Molinos de Saucedoso

Todos estos artificios estaban también en relación con la cercana localidad de Garciotún donde se pueden observar los pobres restos de un molino de aceite que, por la piedra que todavía permanece junto a sus ruinas, bien pudo haber sido primitivamente un pequeño molino harinero (Ga 1).

Uno de los molinos de Saucedoso

El siguiente afluente del Alberche es el arroyo de San Benito sobre el que se encuentra un hermoso ejemplar dotado de una larga y estrecha rampa. En sus muros se ven todavía los rótulos que indicaban su confiscación durante la guerra civil (S B1) y en su interior se ha dibujado sobre un muro un esquema del repicado de las piedras para recordarlo el molinero (Foto 37). En el arroyo de la Dehesa, tributario del anterior, podemos ver los restos de un pequeño cubo de tan solo un metro de diámetro (De 1). Estos dos ejemplares se encuentran en el término de la pequeña localidad de Nuño Gómez.

Molino de Nuño Gómez en el arroyo de San Benito

Otro arroyo de esta cuenca es el de La Nava que al pasar por Pelahustán daba movimiento a tres ejemplares entre cuyas ruinas  pueden distinguirse  los cubos de dos de ellos (Na 1) y (Na 2). Nos encontramos ya en el antiguo señorío de Escalona, aunque geográficamente estemos todavía en la Sierra de San Vicente, de la que siguen bajando pequeños afluentes hacia el Alberche.