FOTOS ANTIGUAS Y DESCRIPCIÓN DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL

SAN MIGUEL

Fragmento de una fotografía de Ruiz de Luna donde se observa la torre de San Miguel a las orillas del arroyo de la Portiña antes de su soterramiento. Se observan los huecos del campanario con el arco de herradura de claro sabor mudéjar
Fragmento de una fotografía de Ruiz de Luna donde se observa la torre de San Miguel a las orillas del arroyo de la Portiña antes de su soterramiento. Se observan los huecos del campanario con el arco de herradura de claro sabor mudéjar

HISTORIA

En el siglo XVIII, decía refiriéndose a su iglesia el cura de San Miguel: « Esta parroquia es la más antigua de todas, como lo manifiesta su fábrica y lo acredita su preferencia en el orden de mangas en las procesiones, en las Mondas y demás. Es también la mayor de todas, tiene cuatrocientos vecinos como consta de matrícula. Es la única del pueblo que no tiene servidumbre de patronato ni en las capillas ni en los altares.»

En efecto, fue esta iglesia de las más antiguas de Talavera y ya figura en documentos mozárabes del siglo XIII. Inicia en el siglo XVII una lenta decadencia hasta que se agrega a la de El Salvador en 1842 y, debido a su paulatino abandono, se arruina en 1855 pasando a convertirse en almacén de maderas.

Era una parroquia poderosa que llegó a tener hasta treinta capellanías. De ella dependía un colegio de gramáticos fundado en 1603 para la formación de ocho niños. También estaban bajo su influencia el Convento de Santo Domingo (antes parroquia de San Ginés) y el Convento y Hospital de San Juan de Dios.

Fragmento de una fotografía aérea de 1937 donde se observa el templo todavía completo en su estructura
Fragmento de una fotografía aérea de 1937 donde se observa el templo todavía completo en su estructura

Dice la historia de Talavera de Francisco de Soto que: «a los pies de la iglesia hay un arco grande de ladrillo, el cual sirvió antiguamente para que unas beatas que vivían allí junto pudieran entrar en la iglesia a oír misa y el oficio divino sin salir a la calle, porque eran muy recogidas, y grandes siervas de Dios; y después que dieron la obediencia a la orden de San Francisco, se puso una reja de hierro en este arco, y desde allí oían misa y confesaban y, por estar tan cerca de esta iglesia, las llamaban las Beatas de San Miguel, a quien en esta villa estimaban mucho…Estuvieron allí por espacio de 112 años y después se pasaron junto a la iglesia de S. Salvador, y tomaron el hábito de la Concepción, y pusieron por nombre a la casa de la Madre de Dios»

La torre en su estado actual, abajo a la derecha se observan algunos arcos de ladrillo de claro mudéjar
La torre en su estado actual, abajo a la derecha se observan algunos arcos de ladrillo de claro mudéjar

 DESCRIPCIÓN

 Quedan escasos restos del templo que, como tantos otros de Talavera, estuvo en su mayor parte edificado en estilo mudéjar. En una fotografía cedida por el Archivo Municipal, se puede todavía observar cómo la torre pegada al segundo recinto amurallado conserva el campanario y donde las estructuras similares a grandes almenas que hoy la coronan no son tales sino que en realidad se trata de los pilares que sostenían la techumbre de la torre compuesta de tres cuerpos. Otra estructura todavía en pie por estar reutilizada como vivienda, es el pórtico sur del templo, del cual se percibe, embutidas en el muro, la arquería y las columnas que lo formaban. Todavía el conde de Cedillo alcanzó a ver el edificio en pie y nos lo describe así:

Es un templo de tres naves con sendos ábsides de cabecera y una torre campanario a los pies del lado del poniente. Los ábsides son semicirculares. Al exterior están muy reformados y embebidos entre el caserío; al interior conservan restos de galerías decorativas de arquillos de medio punto. La torre ancha y no alta, es de mampostería y sillería y en su parte superior de ladrillo. En las caras de este cuerpo superior muestra arcos de ojiva túmida, unos inscritos en alfices y otros no.

El templo es espacioso y sus naves están separadas entre sí por arcos apuntados que apoyan en pilares de fábrica. Las techumbres son artesonados de limas mohamares con parejas de tirantas y ménsulas labradas.

Se deduce por esta descripción que la planta del edificio sería muy similar a la de San Clemente, con sus tres ábsides y un artesonado mudéjar. La torre se encontraría a los pies, donde también se situaría el acceso al convento de las monjas que luego tomarían el nombre de la Madre de Dios. En la capilla mayor estaba la pintura de la Quinta Angustia y en las capillas laterales el altar del Cristo y el de San Ildefonso decorado con azulejos. En la fachada sur se abriría una puerta con el pórtico que todavía hoy se puede observar reutilizado como vivienda.

Pórtico de la iglesia de San Miguel reutilizado como vivienda
Pórtico de la iglesia de San Miguel reutilizado como vivienda

Entre las antiguas imágenes que enriquecían el patrimonio de esta iglesia se encontraba una de Nuestra Señora del Socorro, muy venerada en la ciudad. Se encomendaban a ella las mujeres embarazadas para no tener problemas durante su gestación y parto. En varios textos antiguos se hace referencia a un supuesto milagro protagonizado por esta imagen que, según cuentan esos relatos, sanó a una tal Ana de Olea cuando, inválida y apoyada sobre unas muletas, se estaba encomendando a la Virgen del Socorro.

Otra imagen muy venerada en Talavera y que también formaba parte del patrimonio de esta parroquia, fue una talla de Ecce Homo que anteriormente se encontraba en el convento de los jesuitas, la cual ellos mismos trajeron desde Roma y más tarde, cuando fueron expulsados de Talavera, pasó a esta parroquia de San Miguel. Contaba una tradición local que esta imagen habló a un hombre mientras oraba ante ella.

Planta de la iglesia de San Miguel
Planta de la iglesia de San Miguel

En el muro del lado del evangelio en la capilla mayor había pintado un fresco de la Quinta Angustia sobre una antigua sepultura con blasones, uno con cinco flores de lis, otro con seis roeles y el tercero con un lobo atado a un árbol que exhibía la inscripción: AQUÍ YAZEN SEPULTADOS LOS HONRADOS RODRIGO DE SESÉ, EL QUAL FINÓ A XXV DÍAS DEL MES DE MAYO AÑO DEL NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESSXPO DE MCCCC E NOUENTA ANOS. Este Rodrigo de Sesé fue un noble de linaje aragonés que desempeñó sus funciones de alcalde de Talavera con fama de rectitud en el cargo y que a su vez tuvo hacia 1330 otro antepasado, también alcalde, llamado Miguel Pérez de Sesé. Dejó a la iglesia, además de la pintura, varios objetos litúrgicos para decir misa, un olivar para el aceite de la lámpara y «cuarenta cuentas de calcedonia y un agnus dei que se pusieron en el Santísimo Sacramento». El patronazgo de esta capellanía vino a parar a los Loaysa y Girón que unieron sus apellidos en D. García de Loaysa y Girón, arzobispo de Toledo.

Ventana ajimez de la torre de San Miguel
Ventana ajimez de la torre de San Miguel

Sabemos también que se levantó «un altar delante del arco que está a la mano derecha como se entra en la capilla mayor con advocación de San Ildefonso muy adornado de azulejos» y que «en la parte de la epístola desta yglesia ay otra capilla adonde está un crucifijo antiguo muy devoto de bulto a donde acude mucha gente a reçar». Puede que tuviera que ver con el que se describe en el siglo XVIII al referir el párroco que «Inmediato a la parroquia, en el muro exterior del pueblo, hay un postigo que llaman Vengamedel, por donde se dice que se ganó Talavera a los moros. Encima de este postigo hay un adorno y altar de una imagen de Ecce Homo mui milagrosa , con título de Cristo de la Salud, de donde tomó principio la devoción del Santísimo Cristo que se venera en la iglesia.»

 CURIOSIDADES, FIESTAS Y COFRADÍAS

Había en este antiguo templo numerosas lápidas en piedra y pizarra que pertenecían a enterramientos de numerosos nobles y caballeros medievales. Uno de ellos debía estar sepultado en la entrada ya que, según cuentan diversas fuentes:

«Excavando en el portal principal de la parroquia para hazer una sepultura, se encontró un sepulcro de una sola piedra, que hoy sirve de pila a un pozo del jardinito de la iglesia, y dentro de él unos huesos, unas espuelas de oro, un espadín con puño de oro y contera de lo mismo, con lo que se hizo el cáliz mejor que hay, sin haverse podido descubrir qué personaje era» (Relaciones de Lorenzana 1782)

Fotografía de la iglesia de San Miguel de los años 40
Fotografía de la iglesia de San Miguel de los años 40

En esta iglesia se fundó la cofradía del Patrocinio de San José. Se celebraba fiesta desde 1477 con «procesión solemne y muy adornada», se llevaba en andas el santo acompañado de muchos clérigos y de los cantores y chirimías de la Colegial, «estando compuesta ese día la Yglesia de ricas colgaduras y muy perfumada de olores». Parece que la imagen vino a parar a esta parroquia desde las ruinas de su ermita, que se hallaba en la zona situada entre el casco urbano y la Virgen del Prado, cuando, después de perderse este edificio, se fundó una cofradía que permitió continuar con el culto.

Otra fiesta relacionada con esta iglesia era la del Santo Ángel de la Guarda. El primero de mayo acudía en pleno el ayuntamiento en procesión a San Miguel desde la Colegial y había sermón muy solemne. En la fiesta de las mondas correspondía un toro a esta parroquia y se lidiaba en la placita que actualmente lleva su nombre. Se celebraban también dos días de fiesta a San Ildefonso, uno de ellos patrocinado por un indiano llamado Lorenzo de Adrada.

la iglesia de San Miguel en el dibujo de Van der Wingaerde del siglo XVI
la iglesia de San Miguel en el dibujo de Van der Wingaerde del siglo XVI

En el ámbito parroquial de San Miguel se encontraban la ermita de Santa Apolonia y un paraje conocido como San Antolín en el que se localizó en un principio el convento de las monjas benitas.

Gabriel Alonso de Herrera, autor de un tratado de agricultura que le convirtió en el precursor de las ciencias agrícolas y ecológicas en España fue uno de los clérigos ilustres de esta parroquia de San Miguel donde ejerció su sacerdocio como beneficiado al final de su vida.

Fernando de Rojas, autor de la Tragicomedia de Calixto y Melibea, fue feligrés de esta iglesia dándole la extremaunción el cura de la misma.