SAN DAMIÁN, UNO DE LOS PATRONES DE LOS MÉDICOS, EN AZULEJERÍA TALAVERANA

SAN COSME Y SAN DAMIÁN

SAN DAMIÁN COMO MÉDICO OBSERVANDO UN FRASCO DE ORINA. IGLESIA DE PIEDRAESCRITA

Fueron dos hermanos mártires que vivieron a principios del siglo IV. Según la tradición eran dos gemelos nacidos en Arabia que estudiaron en Siria, haciéndose médicos ambos. Practicaban su profesión con gran habilidad, pero sin aceptar dinero como pago, por lo que son conocidos como “Anargiros”, “los sin dinero”. También fueron devotos cristianos que difundían su credo por donde quiera que iban. Tuvieron otros tres hermanos que también fueron martirizados.

Al comenzar una de las persecuciones de los cristianos en aquella época fueron detenidos por Lisias, el gobernador de Cilicia, ya que vivían en Aegeae un pueblo de la región. Se les dio martirio primero arrojándolos al mar, pero una gran ola o un ángel, según las versiones, los devolvió a la orilla. Después intentaron quemarles, pero las llamas no les afectaron y abrasaron sin embargo a sus verdugos. También fueron crucificados y apedreados cuando estaban en la cruz, pero las piedras se volvían en el aire hiriendo a los que las lanzaban, al igual que pasó con los arqueros que les disparaban sus flechas. Como sucede en la historia de tantos mártires, sólo al ser decapitados murieron en Cirrhus, población de Siria, descansando allí sus restos. Junto a su tumba comenzaron a obrarse numerosos milagros. Se contaba que a muchos enfermos que se encomendaban a ellos se les aparecían en sueños y haciendo los pacientes lo que los dos santos gemelos les recomendaban quedaban curados.

Eran patronos de los Médicis y por ello son representados con frecuencia en el arte renacentista. Uno de sus milagros más conocidos fue la implantación de la pierna de un hombre negro o moro que había fallecido a un enfermo que había perdido la suya.

*Iglesia de Piedraescrita. Robledo del Mazo (Toledo). Siglo XVI. Enmarcado por pilares con decoración renacentista y friso superior de querubines. En ella aparece San Damián vestido con manto, atributo del médico, y sujetando una vasija de vidrio. Ésta es también un símbolo frecuente de los médicos en el arte, ya que era muy frecuente la observación, e incluso la degustación, de la orina del enfermo mediante estos recipientes.